La Internacional Socialista, en el Chile de Bachelet
Me despierto maldiciendo el jet lag en el Chile de Neruda, de Allende y, hoy, de Michelle Bachelet. En Antena3 Internacional , a un reportaje sobre el auge del integrismo de las mega-iglesias evangélicas en EEUU sigue Acebes, predicando también el apocalipsis.
América Latina está aquejada de debilidad institucional, de una gobernanza más que imperfecta y de las mayores desigualdades del mundo. Chile, para muchos, es un modelo de una política económica que tiene por objetivo y por vehículo la inclusión social, con una gobernanza reforzada y afrontando por derecho las todavía profundas desigualdades sociales: crecimiento y redistribución.
Esos objetivos han centrado su intervención, aquí, en Santiago, en el Consejo de la Internacional Socialista (en el vídeo, la intervención completa): «En un mundo globalizado, hay nuevas realidades, pero los mismos objetivos y los mismos sueños». En el centro de sus reflexiones, la ciudadanía en su más profundo sentido: «un Estado de Derecho que no garantiza derechos sociales es un estado de derechas». Así de claro.
Luego hablarían , entre otros,Oscar Arias (atención a sus iniciativas sobre protección de la biodiversidad), Ricardo Lagos, George Papandreu y Trinidad Jiménez (muy aplaudida en su reconocimiento de la contribución de los inmigrantes integrados en nuestra economía al desarrollo y al crecimiento económico de España). La IS se refuerza como un polo de progreso para una gestión más justa de la globalización. Personalidades como Bachelet o Lula aparecen, a corto plazo, como referentes de los liderazgos comunes que necesita América Latina.
Trinidad, Paloma y yo almorzamos con Piero Fassino, que nos cuenta el ambicioso proyecto para convertir la coalición de El Olivo en un gran partido de centro-izquierda. Habrá que seguirlo con atención.
Como el mundo, por muy globalizado que esté, sigue siendo un pañuelo, apenas sorprende encontrar por aquí a David de Ugarte con Isabel Allende, o a nuestro Fiscal General del Estado. Ayer, cenando, Rosana nos advertía, desde la mesa de al lado, sobre la insipidez de la sopa. Te hicimos caso, Rosana, ¡buena gira latinoamericana!
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La esperanza para Latinoamérica sigue pasando por la izquierda, sin duda.
Leyendo el post he sentido una extraña sensación, una mezcla entre ilusión e inevitable envidia. Ilusión porque me ilusiona mucho ver como evoluciona la socialdemocracia en Latinoamérica; y sobre todo en Chile, donde tienen la suerte de tener una Presidenta con el caracter y el talante de Bachelet, quien está llevando a cabo un amplio programa de reformas económicas y sociales nunca vistas en Chile. También me alegra saber que el socialismo italiano está atravesando buenos momentos… estaremos atentos.
Pero por otro lado no puedo evitar que la envidia me invada. Y no es envidia sana, por que sentir envidia sana es tan infrareal como sentir conformidad enfermiza. Es envidia de la real, de la que vale, de la buena… Y es que me hubiera encantado poder disfrutar de las palabras de Bachelet y de todos y todas las demás en un país al que tanto quiero y al que me siento tan unido. Al respecto solo tengo la certeza de dos cosas: que nunca he estado en Chile, y que voy a pasar allí gran parte de mi vida (en sentido temporal y espacial). Porque el camino y las metas están ahi, sólo se trata de seguirlo y acanzarlas.
Gracias por informarnos del desarrollo de la IS (que se encuentra algo devaluada) y espero que disfrutes de tu estancia en Chile (aunque sea con Jetlag).
Saludos desde Granada y suerte.
Visito Chile aproximadamente cada cuatro años. En mi opinión es un país que lleva buen camino y, como dice usted y mucha gente, un referente económico para toda america latina. Cada vez que lo visito veo más autopistas, más movimiento económico y más empresas operando allí. Creo que la presidenta Bachelet es la persona más adecuada para traducir parte de esta riquecia en un sistema social con garantías y una amplia clase media, que es lo que allí hace falta.
Mi madre es chilena pero desciende de españoles y mi padre es español. Esa es la razón por la que viajo allí a menudo. Por cierto, ella milita en el PP y ha sido concejala de un importante ciudad española ¿Qué vueltas da la vida no?
Por cierto Rafael, gracias por el blog y gracias por tu labor política que seguro es muy sacrificada. También aprovecho este mensaje para pedirte que desde el PSOE vayaís elaborando una agenda para que España afronte el previsible cambio de ciclo económico mundial… en el que España, según dice la prensa económica extranjera, saldrá peor parada que el resto de los países de la eurozona.
En fin, no me enrollo más. Gracias!
La izquierda latinoamericana incluye a Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega, al comandante Marcos, al che Guevara,….
¿Esperanza? De pobreza y corrupción sí; de otra cosa, no.
Mando un enlace que quizas os sirva de reflexion.
http://www.heritage.org/research/features/index/countries.cfm
Es la lista de paises por orden de «mas liberales» a «menos liberales». Chile ocupa el 14, Argentina el 107.
¿No insinuará usted, Sr. Simio, que el modelo económico liberal de tipo thatcheriano ha servido para crear riqueza y estabilidad en Chile; mientras que, por el contrario, el populismo peronista ha generado corrupción y miseria en Argentina?
Porque si es así, tiene usted toda la razón.
Yo creo que Simio no insinua ni afirma nada, se limita a ofrecer un enlace interesante. Las conclusiones subjetivas no hay que atribírselas a los demás.
Sr. Estrella:
Respetando siempre la intención del misterioso Sr. Simio, no le «atribuyo», sino que le pregunto; para pasar después a expresar una opinión propia.
Los datos pueden ser frías estadísticas, pero reflejan hechos. Por ejemplo que los países más intervencionistas de la lista son más pobres que los de economía abierta.
Algo significa ese listado y algo significa el traerlo a colación.
Y creo que este debate sobre modelos de sociedad y de economía está a la orden del día en Sudamérica.
No sé como lo verá usted desde allá.
Un saludo.
No se, ese estudio me parece muy … «opinable», a mi las estilizaciones no me gustan nada, y la prueba es que existen decenas de estudios con resultados muy dispares sobre los mismos países y todos intentan pontificar sobre su nivel de apertura o intervencionismo, y me sigue pareciendo muy subjetivo.
Podríamos hablar del modelo irlandés, o el de Corea del Sur, y según el punto de vista desde el que se mire, uno puede ser más intervencionista que el otro, y viceversa, opteniendo los dos excelentes resultados en diversos campos.