Ayer asistí, junto con otros Embajadores, a la apertura del período de sesiones del Congreso argentino. En su discurso, Cristina Fernández convocó a los argentinos en torno a cuatro grandes objetivos enmarcados en lo que denominó Acuerdo del Bicentenario, situando así la mirada al futuro el centro de las celebraciones, una visión (el Bicentenario como oportunidad o excusa para abordar el futuro) que compartimos ampliamente desde España.

Con la excepción de la obligada invocación de Malvinas, no hubo referencias directas a la política exterior en el discurso de la Presidenta -algo que no es exclusivo de Argentina-, pero las relaciones exteriores con los países vecinos fueron un eje relevante en las palabras de la Presidenta, especialmente al resaltar la interdepencia energética:

«Del mismo modo que Bolivia nos vende gas a nosotros y al Brasil, nosotros lo devolvemos en garrafas a Paraguay y a Bolivia. Del mismo modo, Brasil nos vende energía eléctrica, y nosotros le damos gas a través de Uruguayana, que ellos la convierten en energía eléctrica. Del mismo modo que le damos electricidad a la República Oriental del Uruguay, la República Oriental del Uruguay nos devuelve también energía, y nosotros le damos gas a Chile…El problema de la energía —lo he dicho sustancialmente en muchas oportunidades— es un problema del mundo y de la región. Y nosotros estamos en el mundo y en la región».

Fuera de la región, hubo una referencia directa, con la mirada puesta en el Mercosur, a la Unión Europea -algo poco usual en la política argentina-, como modelo de integración regional.

…»la integración tiene que ser vivida por todos los sectores que la conforman de una manera equitativa, para que entonces se entienda que es beneficiosa para todos los sectores y no solamente para uno. Esta ha sido la clave de integración en la Unión Europea y sabemos que esta debe ser la clave de integración aquí, en América latina, aquí, en la América del Sur, aquí, en el Mercosur».

En esas mismas claves, integración regional y energía, una significativa referencia a Venezuela

 …»Por eso también es clave la incorporación de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur, para cerrar finalmente la ecuación energética. En el capítulo referido a la infraestructura abordaremos este tema. Y no es una cuestión de simpatías personales o amiguismos políticos. (Aplausos.) Es simplemente un ejercicio de racionalidad para integrar y cerrar definitivamente la ecuación energética en América latina».

La estructura del discurso, muy centrada en lo interno, no ofrecía espacio para más referencias de política exterior. Fuera de la región, sólo España fue citada por la presidenta, que lo hizo para responder a las críticas suscitadas por los proyectos de trenes de alta velocidad del Gobierno argentino. 

  El otro día me acercaron periódicos españoles, en los cuales similares e idénticos comentarios se desarrollaban cuando España, hace muchos años —no la España de ahora—, decidió instrumentar el tren de alta velocidad Madrid-Sevilla. Pude leer comentarios de diarios importantes de España y de otros analistas que replicaban, casi con exactitud, algunas de las críticas que hemos tenido aquí».

Hoy, un artículo de Ricardo Lagos con un sugerente título: «Política exterior desde la realidad regional». 

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