Es sabido que «la música amansa a las fieras», pero más allá del dicho popular, no están muy extendidas las experiencias de aplicación médico-científica de la musicoterapia como la que presentamos el otro día en la Embajada.

Como la música es también armonía, se me ocurre que tal vez se podría experimentar la aplicación de terapias musicales al ámbito de la política, para prevenir situaciones como las que hemos vivido en los últimos días, seguidas de lo que sería el preludio de un final feliz.

En medio de la vorágine, queda tiempo para la poesía, con evocaciones familiares, o para comenzar las visitas a la gran Feria del Libro de Buenos Aires (potente presencia española) con un coloquio junto a Pepe Sacristán y Oscar Mártínez en Radio Nacional y el bello homenaje a Clásica y Moderna en sus 70 años.

Ayer, tras la intensa visita de Moratinos y de Trini Jiménez, acabé dejando en buenas manos a Frances Antich y nos fuimos al preestreno de «Dos menos«, una obra inteligente, tierna y sorprendente de Samuel Benchetrit, con Sacristán y Héctor Alterio, dos monstruos del teatro. Aún sigo impresionado. Será el éxito de la temporada teatral en Buenos Aires.

Con todo esto y mucho más, no es fácil encontrar tiempo para el blog.