El PP en su laberinto de arena
La vida te da sorpresas. Si hace unos días hablaba aquí de traiciones veniales, ayer me desayuné con el artículo de Gabriel Elorriaga (sí, el mismo).
Sigo en la distancia la novela del PP. Lo que publican los periódicos, más que información política, recuerda una crónica de sucesos. Echo de menos un análisismás profundo de lo que está ocurriendo en el principal partido de la Oposición. Tal vez ese análisis es imposible.
Zapatero ha expresado la perplejidad de muchos ante lo que ocurre en el PP calificándolo de «jeroglífico sin solución». En esa línea, proliferan también los artículos del tipo «El laberinto del PP».
Desde otro ángulo, Moragas ofrece la explicación más obvia y sencilla: «esta es una lucha de poder, no de ideas», una reflexión que me ha recordado tiempos pasados en casa propia, hace ya muchos años.
Como explica un buen conocedor del Partido Popular, la pugna en el PP tiene perfiles singulares que acreditan la idea de jerogífico o de gran paradoja: un partido unido férreamente durante cuatro años para estar frontalmente en contra del Gobierno socialista y que ahora parece estar unido en contra de sí mismo. Es la vieja máxima de Konrad Adenauer, la secuencia adversarios, enemigos políticos, enemigos a muerte y compañeros de partido…que son los peores.
Para entrever el proceso que vive el PP, para ver y leer el laberinto, se precisa, tal vez, un gran nivel de abstracción. Borges escribió que el laberinto ideal sería un camino recto y despejado de un longitud de cien pasos donde se produjera el extravío por alguna razón psicológica, una idea que él mismo desarrollo en el cuento «Historia de los dos reyes y los dos laberintos«. El segundo laberinto, expresión del camino recto y despejado, no era otra cosa que un inmenso desierto de arena.
Hola;
Perdón, usted es el embajador del Reino de España en la República Argentina, no?
Porque es que me pareció que hablaba usted de política partidista; pero seguro que me he equivocado porque eso no lo puede hacer un embajador que representa a la Nación en Argentina…
Saludos
Javier
He releido el texto y no sé que le ha podido parecer partidista o molestar. Por el contrario, pienso que es muy equilibrado. Desde luego, lo que he escrito es un simple comentario de sociología política. Mi criterio es que un Embajador puede hablar -o escribir- sobre política de partidos (propuestas, resultados electorales, políticas -y, en particular, política exterior). La expresión «política partidista» carece de sentido, ya que no es utilizxable para referirse a la política que hacen, entre muchos otros actores, los partidos políticos.
apreciado embajador, la consigna es ¿dará usté setenta golpes de cabeza al imperator Bush.. como hizo el ex ministro de AAEE Piqué?, debe usted hacer como decía el dictador asesino Francisco Franco: «haga como yo… no se meta en política»
Esa es justamente la impresión que yo tuve. Saludos, Maestro.
Señor Estrella, disculpeme; es que será que la frase «»Lo que publican los periódicos, más que información política, recuerda una crónica de sucesos.», en realidad habla de futbol, y yo no me doy cuenta, y no hace una valoración política de la situación del Partido de la Oposición, por parte del representante de todos los Españoles en Argentina.
Saludos.
Javier
Sr. Estrella, apreciado embajador ¡que bien se trabaja en Buenos Aires! tan lejos del Bósforo.
Parece ser que representar dignamente a todos los ESPAÑOLES se haber sido un alumno aplicado de la «Escuela de las Américas», parece ser que no se puede PLANTEAR COMENTARIOS QUE ESTÁN EN TODOS LOS MEDIOS ESPAÑOLES.
Parece ser que el único que tiene derecho a DAR SU OPINIÓN es el autor más caro de Planeta Editores.. el más caro por los millones de pesetas que recibió a cuenta de TRES LIBROS QUE NUNCA SALIERON ENTRE LOS MÁS VENDIDOS.
Apreciado embajador, ¡queda prohibido que vuelva a escribir de FUTBOL, DE ESPAÑA y mucho menos del PP! … SI LO DESEA DE PAELLA VALENCIANA o en su defecto de CALLOS A LA MADRILEÑA.
Volvamos al pasado, cuando se fundó «Falange Exterior» en Buenos Aires, don Miguel de Lojendio era el segundo Secretario de la Embajada española en la época.
Seamos serios y demócratas ¿cómo va el homenaje a Miguel de Molina?
Una forta encaixada
Rafa Estrella es embajador político.Con eso esta dicho casi todo.Y Rafa mientras respira,aspira.Y hace señales de humo.Y hace bien.
Gracias, Iñaqui, amigo