Linchamiento y pena de muerte
Mundo, política, redes…
No, no es lo que parece a primera vista, aunque esa fue también mi primera impresión. No se trata de saber la alineación para superar el Nivel Elemental y las Copas de Europa ganadas por el Barça para completar el Básico. Simplemente, las pruebas de catalán se hacen el los locales de la Peña del Barça en el magnífico Casal de Cataluña en Buenos Aires.
Por cierto, en la visita que hice el sábado pasado, los amigos del Casal me contaron que su edificio, en San Telmo, fue sede de la Embajada y del de Consulado de España hasta comienzos de los años veinte, en que se compró el edificio actual en la Avenida del Libertador.
Con esta joya retomo la sección «avisos y prohibiciones»
La verdad, es barato, pero si esto es lo que ofrecen, yo me lo pensaría, aunque sólo cueste 35¤ al día.
Las inserciones publicitarias en Internet pueden volverse a veces contra el anunciante.
Cuando leí la noticia de los bomberos confundidos con etarras, que ponen bombas, recordé esta foto que tomé hace unos meses en la isla de Chiloé. La bomba a que alude el cartel del fondo es, obviamente, el coche de bomberos.
Los carteles que señalan privilegios o excepciones no suelen ser tan explícitos como éste que prohíbe aparcar…excepto al alcalde.
Por eso, viendo el rótulo, podemos imaginar al alcalde, todas las mañanas, dando vueltas a la manzana al volante de su auto hasta que un día se animó a colocar la señal. Todo indica que los vecinos de Puerto Varas, comprensivos, acogieron la decisión sin protesta alguna.
Me gusta la palabra argentina metegol, tan sonora como la nuestra: futbolín, Manuel Rivas nos contó, que el futbolín fue inventado por un gallego de Finisterre, Alexandre Campos, «por culpa de una bomba nazi».
En la historia del metegol-futbolín, franceses y alemanes también reivindican la paternidad de este juego que casi tiene un nombre diferente en cada país (en todo caso, el suyo es «de una sola pierna»).
Puestos a elegir, prefiero alquilar un metegol antes que un castillo inflable.
Me encanta la creatividad, aparentemente ingenua, de algunos mensajes religiosos. Lo primero que se me vino a la cabeza fue que, tarde o temprano, a todos se nos acaban las vacaciones.
Para prohibiciones, las de antes, como esta encontrada en un puesto de San Telmo.
Pocas cosas escapan a la atención del Gran Hermano de la Gran Manzana, que ya es bilingue.
Es un timbre inevitablemente normal, casi vulgar. Tal vez por eso, en este restaurant de Mar del Plata, han querido señalarlo con un cartel grabado en piedra, más acorde con lo que ofrece el establecimiento, Viento en Popa . Dentro, sin alardes decorativos ni sofisticaciones, gran calidad de productos y cocina a precios muy razonables.