Hace unos días, a propósito de las acusaciones de Paul Bremer, escribía sobre cómo las reglas de enfrentamiento con que actuaban las fuerzas españolas restringían sustancialmente, desde el principio, el uso de la fuerza por los soldados españoles en Irak. Hoy, Miguel González publica el El Pais un interesante artículo que aporta nuevas informaciones y que corrobora mi análisis:

«Las reglas de enfrentamiento (conocidas como ROE) de las tropas españolas desplegadas en Irak entre agosto de 2003 y mayo de 2004 limitaban drásticamente su capacidad de emplear las armas y requerían en muchos casos la autorización de los responsables de Defensa, en Madrid, para el empleo de la «fuerza letal».

Reitero lo dicho en ese post y en el artículo que publiqué en octubre su día sobre las operaciones internacionales y el papel del Parlamento: esta información y las anteriores ponen de manifiesto la importancia de que el Parlamento, antes de autorizar una misión internacional, conozca los detalles de la reglas de enfrentamiento con que van a actuar las fuerzas españolas.