Apaguen la mecha, por favor

| Rafael Estrella

islamofobia ¿Qué diferencia hay entre los dibujos daneses y esta imagen difundida en EEUU tras el 11S?. ¿Podemos amparar esta última en el ejercicio de la libertad de expresión? El debate central a que nos enfrentamos no es sobre la libertad de expresión, que está garantizada y protegida en nuestras sociedades, sino sobre el sentido común, que es el que debe regir los límites de esa libertad. De todos los argumentos y calificativos cruzados en la polémica sobre las caricaturas danesas del Islam, hay uno que no he escuchado: que Kurt Westergaard es un descerebrado. Si lo que pretendía su periódico era hacer un experimento sociológico, lo mínimo que cabe decir es que son unos locos, ignorantes e irresponsables. Ningún director de un periódico europeo serio hubiera publicado esas viñetas. Los que ahora lo hacen respondiendo a la reacción violenta tienen un buen argumento para ello, pero echar gasolina al fuego no sirve de nada, aunque les permite eludir el auténtico debate. No se trata de adoptar una posición equilibrada, si no de ser coherentes, en todo momento.

Las respuestas violentas que se están promoviendo en el mundo musulman suponen una reacción inadmisible a una expresión irresponsable. Me sorprende que líderes de opinión y medios de comunicación en toda Europa estén debatiendo sobre lo primero y, envueltos en la invocación de la libertad de expresión, eludan calificar lo segundo. También se ha querido comparar lo ocurrido ahora con el caso Rushdie, de origen indio y religión musulmana, que promueve una visión abierta y moderna de su propia religión: no hay comparación posible, salvo en la reacción de los violentos.

Desde un análisis riguroso, es evidente que esas caricaturas que pintan al dios del Islam como un terrorista favorecen a los extremistas y debilitan tanto a los moderados y modernizadores del Islam como a los laicos. Si queremos ayudar a quienes promueven la democracia, las libertades -incluyendo la de expresión- en esos países, lo ocurrido va en la dirección opuesta. Si queremos erradicar el odio de una región tan convulsa, en la que ese odio y la violencia que le acompaña están a flor de piel, si queremos que ese odio no emerja en nuestros países, estamos en el camino equivocado.

Me temo que hay en nuestras sociedades quienes, por diversas razones, de buena fe o intencionadamente, quieren o aceptan establecer un paradigma totalizador: la de la equivalencia entre Islam y violencia-terrorismo, la del Islam como amenaza y como enemigo, la de la imposibilidad, en fin, de que nuestras civilizaciones coexistan y compartan valores, principios y normas de respeto a los derechos y las libertades. Sin ser proclive a teorías conspiratorias, no creo casual que la eclosión del asunto de las caricaturas danesas, publicadas hace ya varias semanas, se haya producido justo después de la inesperada victoria de Hamas en Palestina. No es ocioso tampoco recordar que una organización neonazi francesa distribuye en estos días caldo de cerdo a los pobres musulmanes, con el objetivo de expulsarlos de sus calles.

Los progresistas, los demócratas en general, estamos obligados a defender y promover con firmeza los derechos humanos en el mundo islámico, la libertad individual frente a la opresión desde el Estado o desde la religión. Eso es lo que esperan de nosotros millones de personas en esos países -en recientes encuestas, el porcentaje de ciudadanos árabes en favor de la democracia y las libertades es incluso superior al de los países del Centro y Este de Europa-. Pero, al igual que el derecho al honor y a la propia imagen es un derecho enraizado y constitucionalizado en nuestra democracia, junto con el de la libertad de expresión, no se puede dejar de lado otro principio, el del respeto a los símbolos religiosos. Esta es una cuestión muy importante en la actual polémica, ya que no podemos olvidar que el Islam es, en la mayoría de los países árabes, uno de los pilares del Estado y de la sociedad, y en él se basan muchos de quienes promueven la justicia o los derechos humanos. Crear un conflicto entre Islam y Occidente es olvidar que el auténtico conflicto se produce dentro del Islam, es abandonar a su suerte a quienes debiéramos defender. Muchos de ellos forman parte de nuestras propias sociedades nacionales. Lo triste es que quienes defienden la fe con el fusil en la mano, con la violencia, dan la razon a los que en estos días estan avalando unos dibujos que, en el mundo actual, no pueden menos que ser interpretados como el pretendido inexorable hilo conductor entre la religión y la cultura islámica y el terrorismo.

En el caso de España, no sería justificable que quienes, como Aznar, con una actitud constructiva, pregonaban hace pocos años el diálogo de civilizaciones del brazo de Jatami, abrazasen ahora el choque de civilizaciones, intentando liderar el discurso del odio o, que, por razones oportunistas de más corto alcance sigan intentando descalificar la idea de alianza de civilizaciones, que no es sino un estadio superior de lo que ellos mismos promovieron. El odio, el racismo, el fanatismo o la intolerancia son hijos de la misma familia, y ahí debiéramos estar inequívocamente unidos.

No es fácil ofrecer una salida a la situación que se ha creado. No lo es «pedir perdón por los pecados», porque no hay tal figura en la escala de valores de nuestra cultura laica, y porque cada cual debe asumir sus responsabilidades y las consecuencias de sus actos, por lo que, en todo caso, debieran ser los autores los que pidan disculpas a quienes se han sentido ofendidos -ayudarían así a que regrese la calma-. No lo es, tampoco, decir «lo sentimos, pero la libertad de expresión es indivisible»: la libertad de expresión es algo que, no ya en otras culturas, sino en la nuestra, tiene fronteras, antisemitismo como las fotos que ilustran este post. Pero, hay algo que, para empezar, debiéramos hacer, abordar el debate desde valores y principios que, enraizados en nuestra sociedad, pueden ser fácilmente compartidos y comprendidos: puesto que las caricaturas danesas han sido percibidas como islamofobia, debemos aceptar ese sentimiento legítimo de agravio y decir en voz alta que rechazamos la islamofobia con la misma repulsa y firmeza con que rechazamos el antisemitismo. Con ese lenguaje comenzaríamos a hacernos entender, debilitaríamos a los radicales y contribuiríamos a superar una situación que no debe seguir su peligrosa espiral. Probablemente hay más cosas que podemos hacer, pero, cuanto antes, apaguen la mecha, por favor.

NOTA: 7 de febrero: La semana próxima, la Mesa y los Portavoces de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso nos reuniremos con los Embajadores de los países árabes y de los otros islámicos o en los que el Islam tiene especial relevancia.

38 Responses to Apaguen la mecha, por favor

  1. Ignacio Gil says:

    Que las caricaturas son un ataque al Islam es obvio, y resulta vergonzoso el que se hayan publicado, y más aún el que se oculten bajo un supuesto «experimento sociológico» para ello.

    Pero eso no puede de ninguna manera justificar la respuesta que han recibido desde el mundo islámico. Mi primera reacción ante la noticia fue esa misma, la de comprender a los ofendidos, entender su rabia.

    Pero luego imaginé cómo me sentiría si esas caricaturas hubieran ofendido al cristianismo, y la respuesta de los cristianos hubiera sido igual de violenta. Estaría furioso, escandalizado, y de ninguna forma justificaría esa actitud.

    Y no voy a tolerar al Islam lo que no tolero a los cristianos. La libertad de expresión es una de las bases de nuestra sociedad, y sus abusos deben resolverse de otras formas. Que los representantes del Islam demanden a todos los periódicos que las han publicado, y mientras que pidan tranquilidad a los fieles, que demuestres que el Islam no es como esas caricaturas lo pintan.

  2. Carmen says:

    Los responsables del periódico que publicó las viñetas ya han pedido disculpas, este lunes concretamente.

    El debate sobre los límites de la libertad de expresión para mí es estéril; ésta llega hasta donde la Ley le permite llegar (estamos en un Estado de Derecho, así que esto es lo lógico). Igual que se ha parodiado la vida de Jesús en películas como La vida de Brian, o se han cuestionado públicamente dogmas de fe de la Iglesia católica en best-selleers como El Código Da Vinci; es lícito que alguien caricaturice a Mahoma, ya que aunque para los musulmanes eso sea pecado, igual que lo es para los católicos cuestionarse dogmas de fe como si Jesús se casó o no, en las democracias occidentales eso es simple y llanamente libertad de expresión.

    Otra cosa es que éticamente los editores del Jyllands-Posten hayan patinado, que es una opinión que yo comparto; pero ese es un problema de ese medio de comunicación y sus lectores; no es un problema no del Gobierno danés ni del mundo musulman, que no tiene por qué exigir a nuestras democracias que acatemos sus preceptos sagrados como lo es no dibujar a Mahoma.

    Por otro lado, la relación de islam y terrorismo no es lo que ha despertado las iras de los musulmanes, que por otro lado reaccionando de manera violenta muchos de ellos no hacen más que dar la razón a quienes hacen esa injusta relación. Lo que ha indignado al mundo musulman es el hecho de que se represente a Mahoma, y eso es algo que está prohibido para ellos, pero no para los que no somos musulmanes. Yo lo veo igual que cuando el Vaticano dice que no se deben usar condones, pues los católicos que lo crean convenientes que acaten las normas de su Iglesia, pero los ciudadanos que vivimos en estados aconfesionales amparados por la ley tenemos todo nuestro derecho a ejercer nuestra libertad incumpliendo los dictados de Roma, y el Vaticano no es quién para pedir a ningún Gobierno que ilegalice la venta de condones, tampoco los países árabes son quién para pedir a Dinamarca que restrinja su libertad de expresión.

    Sobre la relación que hace en el post de la victoria de Hamas y toda esta crísis la verdad es que creo que es errónea. Hamas ganó las elecciones el miercoles pasado, y las viñetas se publicaron el 30 de septiembre de 2005, fueron reproducidas por el diario noruego Magazinet hace ya un mes, y el viernes pasado la crísis se produjo no por la reproducción de las viñetas en ningún diario europeo para tocar las narices a los musulmanes por haber llegado al poder en Palestina, sino que fue un imán de Arabia Saudí quien sacó el tema a colación en un discurso y levantó la ola de protestas que hemos venido presenciando (boicots, quema de banderas, etc, a Dinamarca y Noruega). Y con todo eso este miércoles los diarios europeos han reaccionado republicando las viñetas como señal de apoyo al diario Danés que tuvo un aviso de bomba el martes por la tarde.

    En fin, para mí todo esto podría haberse evitado, pero una vez que alguien lo publicó yo no puedo más que defender los valores de mi sociedad, sobre todo cuando las protestas a lo ocurrido se realizan fusil en mano y con amenazas. Es decir, el problema lo tienen quienes pretenden que impere su criterio a la fuerza e ignoran la soberanía de países democráticos. Además, las protestas además de ser excesivas en forma y número han sido injustas, ya que quienes protestaban lo han hecho generalizando en contra de toda la sociedad de los países de donde son los medios que han poublicado, cuando esa publicación es una decisión personal de un equipo de editores de determinados periódicos.

    Un saludo, y perdón por extenderme tanto 🙂

  3. Ghassan says:

    Estoy de acuerdo con tu analisis pero con un matiz. ¿No crees que ya es hora de pasar de los asuntos superficiales como una foto y una critica y centrarse en algo mas fundamrntal como abrir un debate serio sobre la reforma del Islam y la necesidad de jubilar a algunos-muchos los lideres religiosos y remplazarlos por personas mas abiertas?.Tu lo dices bien¨no se debe defender la fe con el arma en la mano¨ . Añado: ni amenazar con atentados como han hecho algunos estos dias porque eso implica pensar que el terrorismo es el unico material de defensa que tiene esta religion y esto no es verdad. Pero con el comportamiento estan haciendo como si lo pareciera. No podemos exijir al otro lo que no queremos para nosotros y «hablando se entiende la gente». Hay que dialogar con franqueza y sinceridad y estar dispuesto a ceder y no anclarse en el pasado, sin renunciar cada uno a su identidad. Hay que subir al tren que esta en marcha y donde estan todos porque sino uno se queda donde esta.

  4. HispaLibertas » says:

    […] Conviene hacer notar en este punto que en los dos blogs reseñados anteriormente, pese a que dedican dos entradas a recordarnos que no todas las actitudes entre los musulmanes son iguales, la adhesión a la defensa de la libertad de prensa no presenta ningún matiz. Digo esto porque ha llegado el momento de destacar una entrada de Rafael Estrella donde las cosas se enfocan de otra manera: El debate central a que nos enfrentamos no es sobre la libertad de expresión, que está garantizada y protegida en nuestras sociedades, sino sobre el sentido común, que es el que debe regir los límites de esa libertad. De todos los argumentos y calificativos cruzados en la polémica sobre las caricaturas danesas del Islam, hay uno que no he escuchado: que Kurt Westergaard es un descerebrado. Si lo que pretendía su periódico era hacer un experimento sociológico, lo mínimo que cabe decir es que son unos locos, ignorantes e irresponsables. Ningún director de un periódico europeo serio hubiera publicado esas viñetas. Los que ahora lo hacen respondiendo a la reacción violenta tienen un buen argumento para ello, pero echar gasolina al fuego no sirve de nada, aunque les permite eludir el auténtico debate. Las respuestas violentas que se están promoviendo en el mundo musulman suponen una reacción inadmisible a una expresión irresponsable. Me sorprende que líderes de opinión y medios de comunicación en toda Europa estén debatiendo sobre lo primero y, envueltos en la invocación de la libertad de expresión, eludan calificar lo segundo. […]

  5. HispaLibertas » Dos tazas de caricaturas says:

    […] Conviene hacer notar en este punto que en los dos blogs reseñados anteriormente, pese a que dedican dos entradas a recordarnos que no todas las actitudes entre los musulmanes son iguales, la adhesión a la defensa de la libertad de prensa no presenta ningún matiz. Digo esto porque ha llegado el momento de destacar una entrada de Rafael Estrella donde las cosas se enfocan de otra manera: El debate central a que nos enfrentamos no es sobre la libertad de expresión, que está garantizada y protegida en nuestras sociedades, sino sobre el sentido común, que es el que debe regir los límites de esa libertad. De todos los argumentos y calificativos cruzados en la polémica sobre las caricaturas danesas del Islam, hay uno que no he escuchado: que Kurt Westergaard es un descerebrado. Si lo que pretendía su periódico era hacer un experimento sociológico, lo mínimo que cabe decir es que son unos locos, ignorantes e irresponsables. Ningún director de un periódico europeo serio hubiera publicado esas viñetas. Los que ahora lo hacen respondiendo a la reacción violenta tienen un buen argumento para ello, pero echar gasolina al fuego no sirve de nada, aunque les permite eludir el auténtico debate. Las respuestas violentas que se están promoviendo en el mundo musulman suponen una reacción inadmisible a una expresión irresponsable. Me sorprende que líderes de opinión y medios de comunicación en toda Europa estén debatiendo sobre lo primero y, envueltos en la invocación de la libertad de expresión, eludan calificar lo segundo. […]

  6. miguelnr says:

    El proceso de globalización no solo es un desafío económico, sino también cultural.

    La eliminación de barreras entre Estados y regiones del planeta conlleva algo a lo que nos estabamos acostumbrados; ponernos delante de sociedades con diferentes culturas, sistemas políticos, percepciones de la vida, todo un choque cultural y filosófico que no tiene parangón en la historia de la humanidad.

    ¿Como debemos afrontar este gran debate global?, creo que recordando nuestras raíces, los fundamentos ideológicos que sostienen los pilares de la civilización occidental.

    Occidente no estaba destinado por Dios para tener un sistema político, legal y social más humano que otras regiones del planeta. El destino tiro sus dados, y entender eso es importante para entender que los europeos, y los occidentales, no somos superiores al resto de razas, culturas y civilizaciones del mundo.

    Que yo diga que el destino tiró sus dados, tampoco significa, que todo sea al azar, es producto de colectivos e individuos que en ciertos momentos de la historia tomaron una serie de decisiones que conllevaron cambios, pero que eso fuera así no forma parte de un plan divino.

    La democracia es un hecho ideológico, como toda ideología, hay gente que la comparte, y gente que no. Los demócratas son demócratas porque quieren serlo, y lo son en conciencia, la democracia no se lleva en el código genético.

    Toda idea, en abstracto, debe ser asumida en conciencia, por lo tanto tenemos que hablar de convencimiento, esta, no será una victoria de los occidentales, porque hablamos de valores universales, en donde Occidente es un mero accidente geográfico, estamos aquí como podríamos haber nacido en Africa, ni será una victoria militar, porque por la fuerza no se convence a nadie, estamos hablando de la victoria, necesaria, de los valores que son superiores, insisto, no por una marca divina, ni por el privilegio de nadie, sino porque son valores que nacieron de revoluciones ideológicas y civiles, de las revoluciones liberales que también se hicieron con antorchas en la mano, de las capas oprimidas de la sociedad, que en Rusia tomaron el Palacio de invierno, que llevaron la República a Francia, o que independizaron a Estados Unidos del antiguo imperio británico.

    Lo que tenemos que entender, es que nuestros valores no son un regalo: son una conquista.

    ¿Cual es el valor que le dan algunos ciudadanos hoy en día a la democracia, a la solidaridad o a la libertad?, a más de uno habría que ponerlo en el campo ruso durante el régimen de Nicolas II, donde millones de ciudadano se morían de hambre mientras el Zar jugaba al tenis con su familia, en un gulag soviético, ó bajo un antiguo régimen despótico de los reyes absolutistas de Europa.

    Entenderían porque el pueblo se levantó en su momento por aquello que ahora disfrutan como si fuera una obviedad, y juegan con ello con ligereza, frivolidad y una falta de responsabilidad absoluta.

    El Estado de Derecho, el Estado del Bienestar, las democracias parlamentarias, son conquistas sociales, y si los tiramos a la basura, será porque hemos perdido la perspectiva histórica, y nos hemos olvidado de lo que es importante.

    Si Occidente no es una región privilegiada del planeta, quiere decir, que el mundo musulmán no es una zona condenada de por vida, una especie de inevitabilismo genético que no se sostiene.

    El problema, es que los continuos procesos de desideologización de Occidente, que hacen que permitamos que Bush torture a prisioneros de guerra, es el Occidente que se va a enfrentar a este proceso.

    ¿Con que cara nos presentamos ante los musulmanes, si estamos tirando a la basura los mismos valores que nosotros mostramos con orgullo ante ellos?.

    ¿Como podemos hablar de democracia parlamentaria cuando los lideres políticos pasan del pueblo, como podemos hablar de Estado de Derecho si Bush ha metido en la cárcel durante meses a gente sin juicio previo, si está haciendo saltar por los aires la separación de poderes, como podemos hablar de solidaridad si estamos dilapidando el Estado del Bienestar, privatizando todo y aprovechándonos de los recursos naturales del tercer mundo?.

    ¿Es esa nuestra fortaleza moral?. Hemos llenado a todos los Gobiernos del mundo de tecnócratas, gestores (ahora todo es gestión), gente engominada y normalmente con corbata azul que sabe cuadrar cuentas, ¿pero cual es su fortaleza ideológica?,¿cuales son sus valores?,¿cuales son los líderes que se van a enfrentar a este fenómeno del debate global?.

    La hipocresía de los políticos occidentales es el cáncer que debilita nuestras posiciones morales con respecto a los antiguos regímenes musulmanes.

    El proyecto de crear un programa de intercambio de estudiantes, similar al Erasmus, entre Europa y las naciones musulmanas, es un gran proyecto, e incide, precisamente, en la raiz del problema.

  7. Salvador says:

    Me gustaría aclarar un pequeño error, que me parece fundamental a la hora de hablar del Islam. Sólo quiero anotar que Mahoma no es «el dios del Islam», como ha dicho Rafael, sino su profeta. «Allah» (por mucho que nos empeñemos en Occidente) es «el mismo dios» que el de los católicos, protestantes e incluso el de los judíos. La diferencia entre Allah y Dios es, al igual que entre God, Gott, Dio o Deus, idiomática.

    Por lo demás, estoy totalmente de acuerdo contigo Rafael.

  8. Rafael Estrella says:

    Efectivamente, las caricaturas no representan al Dios del Islam -algo que, a diferencia de la nuestra, sería bastante difícil en la simbología musulmana-, sino a su intermediario, su profeta, Mahoma.

  9. zocoshico says:

    Bueno, Rafael, ni dios del islam ni intermediario: tan sólo «mensajero». Lo que no es poco para los musulmanes.

    El islam no permite intermediarios entre dios y los seres humanos; a pesar de ello y como es lógico en 800 millones de personas, el islam tiene numerosos matices, entre ellos la existencia de algo parecido a los clérigos y de algo parecido a los santos.

    En las sociedades araboislámicas, también encontramos agnósticos, ateos, demócratas e incendiarios, como no podía ser de otra manera.

    Gracias por introducir razón en un tema tan sesgado.

  10. Freelance says:

    «El debate central a que nos enfrentamos no es sobre la libertad de expresión, que está garantizada y protegida en nuestras sociedades, sino sobre el sentido común, que es el que debe regir los límites de esa libertad.»

    Este es el tipo de expresiones que me convencen cada día de que ustedes, los socialistas, no han terminado de apearse del dirigismo totalitario. Porque supongo que el «sentido común» que «debe regir» el ejercicio de la Libertad lo tienen y administran ustedes. De otro modo, ¿quién lo tiene? ¿Quién lo administra? ¿Con qué consecuencias?

  11. Rafael Estrella says:

    Lo administra quien lo ejerce y quien lo recibe, no es unilateral ni, en principio, está marcado por la ideología. Por ejemplo, es el sentido común el que dicta que sería totalmente inapropiado publicar en un medio serio una caricatura del Obispo de Bilbao con símbolos que lo vinculasen a ETA. ¿O acaso hay que ser de izquierdas para entender esto?.

    Por cierto, en este país, el único dirigismo totalitario que hemos conocido ha sido, evidentemente, de derechas. A menos que esté yo equivocado con Franco y sus Gobiernos.

  12. Ghassan says:

    Ya no me cabe ninguna duda de que alguien este utilizando el asunto de las figuras para armar lo que se esta armando. Mira lo que pasó en el Libano ayer. Un pais muy poco tocado por el integrismo donde destruyeron un barrio cristiano. Segun las fuerzas de Seguridad la mayoria de los detenidos son sirios y luego palestinos(de los prosirios). los chiitas de Hizbullah no participaron en la manifestacion a pesar de ser muy religiosos. en Arabia, donde esta la Meca, Kuwait, Emiratos Arabes etc… no hubo problemas. Entonces el fondo del asunto es manejado y manipulado ya que las figuras se publicaron hace mas de 4 meses. SE debe zanjar este tema de una manera firma antes de que logren los que le alimentan con leña sus objetivos.

  13. Esteban Romero Frías says:

    Me parece muy acertada la visión y el enfoque que das a la situación que las caricaturas han provocado. He de reconocer que es complicado no caer en una cierta complacencia o comprensión con las reacciones violentas y radicales en países musulmanes, al menos, como señala Ignacio Gil en el primer comentario, en relación con las que tendríamos si esas mismas reacciones se produjeran en países cristianos. Sin embargo, intentando ser realistas, Europa, en mayor o menor medida, está compuesta por Estados secularizados en los que una reacción similar sería poco más que inconcebible.

    En cualquier caso, y desde mi desconocimiento sobre el terreno de la zona, me gustaría apuntar una reflexión: considero que lo que estamos viendo por televisión es una excepción. Todos los gobiernos han condenado esas actitudes violentas y como señala Rafael la mayoría de la población de dichos países está a favor de los derechos humanos y de las libertades. El problema, creo que aciertas lúcidamente, es la ruptura y el conflicto que la provocación de las caricaturas genera dentro de la propia sociedad de los aquellos países. Esas caricaturas encienden la mecha de los radicales, no frente a Occidente, sino frente a sus conciudadanos que intentan construir un Estado de libertades en el día a día. Me parece terrible que de la foto del pueblo de un país sólo cojamos a los fanáticos y digamos de forma tajante, con estos no se puede dialogar. Rajoy ya ha hecho unas declaraciones en las que se «esconde» este razonamiento y aprovecha para cargar contra la Alianza de Civilizaciones y contra Zapatero.

    Adoptar a los fanáticos islamistas como representación de todos los musulmanes es igual que considerar que las actitudes de algunos miembros de ERC son las de todos los catalanes, las de HB las de los vascos o las del PP las de los españoles en su conjunto.

    No tomemos la parte por el todo.

  14. Esteban Romero Frías says:

    Precisamente sobre el tema de la «Alianza de Civilizaciones y la cultura de la paz» he publicado unas reflexiones en el Ideal de Granada de hoy lunes, 6 de febrero. De los tres eventos de los que hablo tienes buena cuenta pues creo que participastes en todos ellos y tuvimos oportunidad de saludarnos en el de Mayor Zaragoza:

    Baluartes de la paz

    En 2005, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su primera intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso “una alianza de civilizaciones entre el mundo occidental y el mundo árabe y musulmán”. Kofi Annan, acogiendo la propuesta, nombró, como copresidente del grupo de Alto Nivel que la ha de desarrollar, al español Federico Mayor Zaragoza.

    La semana pasada Rodríguez Zapatero y Mayor Zaragoza coincidieron en nuestra ciudad. El ex director de la UNESCO abordó el jueves en una conferencia la necesidad de promover una cultura de paz y de diálogo entre civilizaciones frente a aquellos “pragmáticos” que entienden la palabra como debilidad, la tolerancia como imposición y sólo proponen el lenguaje último de la confrontación y el conflicto para la resolución de problemas. Educación, respeto, diálogo, rechazo a los dogmatismos y a la prepotencia, fueron las claves de su discurso.

    El viernes el presidente del gobierno participó en un acto en el Palacio de Deportes. Si bien los temas de actualidad política son otros, en su intervención no dejó de referirse a la pobreza en el mundo y a la necesidad de promover mayor igualdad y justicia entre los pueblos. Reiteró la promesa de alcanzar el 0,5% del PIB en ayuda al desarrollo al final de la legislatura, para llegar al 0,7% en los próximos cuatro años.

    Hace apenas un mes que Gorbachov, acompañado de una larga lista de políticos y ex dirigentes, celebraron una reunión de alto nivel en la Alhambra, debatiendo y apoyando la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones. El propio Tony Blair ha manifestado su respaldo al proyecto.

    Sin embargo, a pesar de esta serie de apoyos, muchos expresados en nuestra propia ciudad, todos recordamos cómo el Partido Popular criticó ferozmente y ridiculizó una propuesta española que ahora forma parte prioritaria de la agenda de Naciones Unidas y que representa la esperanza de un futuro de convivencia y en paz. Esta actitud de confrontación persiste hoy en día a pesar del consenso internacional al respecto. Creo necesario que este partido no puede tardar más en implicarse en este esfuerzo.

    Al margen de los partidos, es el momento de que los ciudadanos y los pueblos nos impliquemos en construir un futuro en paz y concordia, en alcanzar el único futuro posible. No dejemos que los “realistas” de todos los colores, partidos y países, que nos lleven a la guerra, a cualquier guerra, marquen la agenda internacional.

    No todas las políticas son iguales y no sólo los gobiernos pueden cambiar nuestro entorno y el mundo. “Nosotros los pueblos” somos los únicos actores válidos del cambio en nuestras conciencias y en las de nuestra comunidad.

    En palabras de Zapatero: “Cayó un muro. Debemos evitar ahora que el odio y la incomprensión levanten otro”. La Constitución de la UNESCO dice: “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

  15. creaturita says:

    Que manía con EEUU y con Aznar. Que yo sepa han habido 3 elecciones libres en países árabes gracias a EEUU: Afganistán, Irak y Palestina. Pero esta gente no aprenden y votan a HAMAS en está última.

    Seamos serios, el mundo islámico es eso: un mundo. Está totalmente al margen del nuestro, y para colmo está pegado, ahí en Estambul está la puerta al otro mundo.

    No veo que en China, civilización milenaria, haya un odio hacia occidente igual que entre los árabes.

    Lo que veo claro es que no nos pueden ver, no entienden ni nuestras libertades ni nuestros derechos (que penoso ver a mujeres manifestarse en Burka, por cierto mujeres solas porque allí no deben de existir las manifestaciones mixtas).

    Sinceramente no creo que haya solución, espero que los comprensivos y los que os autoculpáis de los integrismos ajenos sigáis echando la culpa a occidente cuando Irán tire la bomba en Tel Avid.

    Que pena que los islámicos no sean ricos y pudieran vivir por ellos mismos, sin tener que contactar con nosotros ya que no aportan nada a nuestra civilización (la de occidente: EEUU, Europa, Australia, Japón, China, Aznar, ZP, Caldera, Rato….)

  16. Virginia says:

    Muy interesante el debate, me he leido todo hasta lo que encontró David. Esta situación me da mucho miedo, lo digo desde la perspectiva de ciudadana media que no es capaz de hacer análisis tan profundos como vosotros.

    Me ha parecido que no se le concedía importancia a este tema, que los medios intentaban dejarlo pasar, a lo mejor es estrategicamente conveniente pero en este momento me parece lo más importante que está pasando en el mundo.

    Como no sé por donde tirar ni veo las posibles soluciones solo se me ocurre rezar a Alá.

  17. David de Ugarte says:

    En una intervención anterior leía:

    No veo que en China, civilización milenaria, haya un odio hacia occidente igual que entre los árabes.

    Bueno, es obvio que no lees la prensa china, ni siquiera ninguno de los ocho periodicos en chino que aparecen en España. No estamos solos en el mundo y oh sorpresa, las mismas burradas xenófobas y racistas que dicen unos pocos aquí las dicen, cambiadas de contexto los burros xenófobos y racistas de todo el mundo respecto a la cultura europea.

    Por cierto, en China con más público y éxito que en el mundo araboislámico

  18. Cesar de Diego says:

    Muy bien por el jamón. Pero ten cuidado a ver si algún año te van a piratear el blog por comerlo. Algún año quemarán embajadas hasta que se prohíba el cerdo en occidente. Ya puestos…

    No recuerdo crítica alguna ni ninguna llamada al respeto de las religiones tras el cocinado del Cristo en televisión o la obra «Me cago en Dios», la corona de espinas de Carod y un larguííííííísimo etcétera.

  19. Juanjo Pérez says:

    No podría estar más de acuerdo con el comentario. Nunca cómo ahora debemos mostrar responsabilidad y coherencia con nuestra propia libertad de expresión. Los autores han que pedir disculpas, y lo deben hacer clara y reiteradamente. Pero deben hacerlo de tal modo que quede claro que lo hecho responde a su libertad. Han transgredido los límites de la razón y han arrastrado a todo occiente con ellos, regalando un motivo de cohesión al «enemigo» y favoreciendo la relegación de los moderados islámicos… Debemos actuar en favor de los moderados, y desmentir la farsa en la que los radicales harán mella. Será difícil, pero necesario.

  20. Nacho says:

    ¿Y qué pasa con los católicos? Acaso no nos sentimos agraviados cuando un compañero de su partido y el socio de gobierno hacen mofa con la coronba de espinas.

    ¿y quién nos respeta a nosotros?¿Y quién de su partido ha rechazado ese acto y otros muchos (recuerdo cómo se metía un crucifijo en el microondas en un progarma de Cuatro)?.

    Por favor, coherencia y dignidad

  21. liberal says:

    En todo este turbio asunto de las caricaturas del poco pacifista profeta de los musulmanes, sólo dos cosas aparecen con rotunda claridad. La primera es la hipocresía de los autoproclamados progresistas. Como ya bien apuntaba César de Diego, nunca han mostrado el menor respeto por las creencias de los católicos, sino que más bien han fomentado y jaleado las continuas mofas sobre ellas. Y en segundo lugar, lo que resulta más grave porque afecta a la seguridad y a la dignidad de todos los occidentales, el pánico que tienen ante los fanáticos islamistas. Su apelación a la Alianza de las Civilizaciones no es más que una máscara para encubrir su cobardía.

  22. BFC says:

    El señor Estrella haría una buena cosa si aprovechara este blog para explicarnos algo que muchos seguimos sin comprender: ¿qué pretenden partidos de izquierda como el suyo abdicando de la defensa de los derechos humanos para aliarse con todas las dictaduras que hay en el mundo? ¿Por qué el PSOE apoya a liberticidas como Castro y Chávez? ¿Por qué ese clamoroso silencio frente a la falta de libertad que impera en los países musulmanes? ¿Cuál es el objetivo, qué esperan conseguir? ¿Por qué no explicitan jamás lo que pretenden obtener del «diálogo»? El diálogo es un medio, no un fin. Por ejemplo, si nos dijeran: «Queremos dialogar con los gobiernos musulmanes para convencerles de la necesidad irrenunciable de que sus ciudadanos disfruten de la libertad de creencias que se les niega», empezaríamos a entender. Es sencillo; no hay más que concretar, fijar objetivos. Vaguedades como «la paz» no nos permiten distinguir entre reestrenos de Churchill o de Stalin.

  23. SamLowry says:

    Nos encontramos ante dos modelos de convivencia. Uno se basa en la libertad. Libertad incluso para ofender a otros. ¿Acaso cada columnista, comentarista de radio o televisión, o ciudadano de a pie debe andar con pies de plomo, cada vez que abre la boca, para no ofender a ningún colectivo o individuo?. ¿Existe un derecho subjetivo a exigir del Estado que evite, de forma represiva, cualquier actividad o publicación que nos ofenda?. La respuesta debe ser que no. Porque ante la diversidad de opiniones que existen en nuestras sociedades (afortunadamente), prácticamente cada comentario u opinión es susceptible de ofender a alguien, de forma que los límites que tal derecho impondría a la libertad de expresión serían tan difusos y amplios, que lo que se impondría sería un modelo basado en la autocensura, y el miedo.

    Una sociedad sana debe tener capacidad no sólo de autocrítica, sino de autoescarnio, de provocación. ¿Debería Leo Bassi quedarse en casa calladito lo que le quede de vida?, ¿deben los artistas actuales limitarse a crear obras que no causen polémica alguna?.

    Por otra parte, ¿por qué deben las religiones disfrutar de una protección mayor que otras creencias o ideologías?, ¿por qué los símbolos religiosos son intocables, mientras se queman retratos de Presidentes de Gobierno, banderas, o libros, sin que haya semejante polémica? ¿Por qué se puede decir que el último libro de Pío Moa, o de Chomsky, o de Susan George, o de Fukuyama, es una gilipollez, y no se puede decir lo mismo de la Biblia o el Corán?. ¿Por qué el que las juventudes de ERC organizasen un acto en el que se invitaba a arrancar hojas de la Constitución es un ejemplo de protesta legítima (y yo creo que lo es), y hacer lo mismo con los textos religiosos básicos es un acto de intolerancia?.

    En resumen, todos tenemos razones para sentirnos ofendidos por cosas que se publican o dicen a diario. Exigir que se prohíban, o legitimar actos violentos contra quienes lo hacen, sólo lleva a una sociedad en la que no podrían existir cosas desafortunadas, pero legales, y que deben quedar amparadas por la libertad de expresión, como las siguientes:

    – Las declaraciones de Pepe Rubianes de la semana pasada.

    – South Park (emitido en medio mundo, incluyendo en 3 canales españoles)- En un partido de fútbol, un niño judío corre con el balón. El comentarista grita: ¡Dios mío!, no veía a un judío correr tanto desde Polonia en el 38¡¡¡. Jesús aparece como personaje habitual, y presenta un consultorio en TV. Dios aparece representado como una especie de pajarraco rosa.

    – En Paramount Comedy, un monologuista dice que, ante las ansias de un amigo por visitar Nueva York hace unos años le dijo: «Tranquilo hombre, ¿qué vas a ver, las Torres Gemelas?, ni que las fueran a quitar…» (imaginemos que Letterman abrise un día su programa haciendo un chiste sobre el 11-M).

    – «El Jueves» publica una página en la que el protagonista es Dios, que de vez en cuando visita el infierno, y en general no es que salga muy bien parado. También se critica ácidamente a partidos políticos, programas de televisión, fenómenos sociales, etc.

    En fin, no se trata de exigir al Islam ni un ápice más de aguante que al resto de religiones o ideologías. Tampoco debe esperar un trato mejor. Particularmente, prefiero vivir en un mundo en el que existen «La Última Tentación de Cristo», «La Vida de Brian», o «Dogma», y en el que Scorssese, los Monty Phyton y Kevin Smith pueden vivir sin miedo a sufrir agresiones, o a entrar en listas negras; que en el de aquéllos que amenazan a Rushdie y mataron a Theo Van Gogh.

    ¿El Islam es compatible con la democracia?. Por supuesto. Para ello debe abrirse al debate. Estar dispuesto a criticar y ser criticado, a burlarse y a recibir burlas, a permitir que sus creencias dogmáticas se enfrenten al juicio de la razón, tanto por parte de quienes las profesan, como por la de quienes no lo hacen. Debe recorrer, en suma, el mismo camino que ha tenido que transitar el Cristianismo en el último siglo. No permitamos que lo que generaciones pasadas consiguieron combatiendo a los Totalitarismos, al inmovilismo religioso, al mcarthismo en sus diversas formas, y a nuestro propio miedo a la libertad, se pierda hoy por que, creyendo que la libertad está totalmente garantizada, olvidamos que la única forma de asegurarla es ejercerla cada día.

    Saludos.

  24. Blanca says:

    Rafael, estoy totalmente de acuerdo con el análisis y la reflexión que hace sobre las consecuencias de las «viñetas» en el mundo árabe e islámico.

    Es de agradecer que existan políticos con la capacidad de «pensar y de hacer reflexiones» en voz alta con esta profundidad y honestidad, sin caer en la demagogia barata y simple a la que nos tienen acostumbrados algunos «gurus» mediáticos.

    Sería conveniente que esta reflexión tuviera una difusión mayor de la que ofrece el soporte «on line», ya que en este país en número de internautas por cada mil habitantes todavía es bajo en comparación con Francia, por ejemplo.

  25. Rafael Estrella says:

    Creo que el debate ha alcanzado, salgo alguna excepcion, un muy buen nivel, riguroso y constructivo, sobre todo, como dice acertadamente Blanca, si se compara con el tratamiento que esta teniendo en medios con mucha mayor difusion.Recomiendo el comunicado conjunto de Annan, Solana y el Secretario General de la Conferencia Islamica http://ue.eu.int/ueDocs/cms_Data/docs/pressdata/EN/declarations/88344.pdf

    En cuanto a los limites a la libertad de expresion,

    que no es el problema ante el que estamos, insisto, estan claros en nuestra sociedad: las leyes y, dentro de ellas, el sentido comun y la responsabilidad por nuestros actos. Los ejemplos serian infinitos.

    No son los violentos los interlocutores del Dialogo o la Alianza de Civilizaciones, sino sus victimas principales, las sociedades que quieren avanzar hacia un Islam tolerante en los social y no politico.

    Pero, como hemos podido ver, los extremistas se tocan, son parecidos en su intolerancia dentro y fuera del Islam

  26. Jesus says:

    allah, allah, qué cobardía, especialmente la europea, eurabia, frente a las teocracias, señor Estrella, vivan el buenismo y el apaciguamiento, viva el islamofascismo y abandonemos, como siempre, a Israel a su suerte (menos mal que ellos sí se defienden), no sea que nos critiquen por defender la civilización occidental…

    Qué falto de memoria anda usted, además, con respecto a lo del obispo y la Eta… ¿Y el doble y miserable rasero de algunos miembros de la Iglesia vasca?

    Y qué cuidado pone usted en no hablar de las caricaturas islámicas sobre el Holocausto o sobre Israel… Y sí, la esvástica está muy bien sustituyendo la s de Islam, y si no acuérdese del Mufti de Jerusalén, tío de Arafat, en entrañable fotografía con Hitler, amén (con perdón) de otros ejemplos de nazismo árabe…

    Ya digo, bienvenidos a Eurabia, qué razón lleva la Fallaci…

    Le recomiendo urgentemente que se lea a Bernard Lewis, a ver si le ilustra algo en la absurda Alianza esa de la rendición…

    saludos

  27. Rafael Estrella says:

    ¡Cuánto disparate en tan pocas palabras!. Por lo menos, ya que habla de Bernard Lewis, léalo entero y sin la mente cerrada con que usted escribe. Discrepo profundamente de lo que dice Lewis, padre intelectual de las ideas de Huntington pero le respeto y trato de rebatirle desde ese respeto, como lo hizo Said en su artículo «El choque de ignorancias». http://www.uv.es/jalcazar/said.htm

    No sé si usted ha leído a Lewis, me sorprende que de sus ideas saque usted una visión tan extremista. No se justifica en su artículo «The roots of Islam Rage», de 1990,http://www.travelbrochuregraphics.com/extra/roots_of_muslim_rage.htm que usted esgrime como los fundamentalistas el corán.

    Le recuerdo que, incluso desde su visión del «choque de civilizaciones» el propio Lewis consideraba «crucialmente importante» no responder con una «reacción igualmente histórica pero también irracional contra ese rival». Además, sostenía que «el movimiento hoy llamado fundamentalista no es la única tradición islámica. Hay otras, más tolerantes, más abiertas (…) y podemos tener esperanzas de que esas otras tradiciones prevalecerán con el tiempo (…) Mientras tanto debemos tener gran cuidado en todos lados para evitar el peligro de una nueva era de guerras religiosas».

  28. Miguel-Angel says:

    Resulta ya cansino oir que una caricatura es ofensiva y las bombas que llevan poniendo en todo el mundo los musulmanes, no. Resulta que «los cristianos» han masacrado a medio mundo: inquisición, cruzadas, genocidios en América…pero los musulmanes no: mencionarlo es falta de respeto.

    Es inútil: el miedo genera gente muy prudente. Se hacen caricaturas de cualquier cosa que nos supere, para comprenderlo mediante el humor. El terror implantado por los liberticidas musulmanes en todo el mundo es incomprensible y por eso merece una caricatura. Hoy la agencia de vigilancia nuclear retira cámaras del programa iraní: ¡victoria! y media Europa se está dando golpes de pecho por la terrible falta de respeto. ¿de donde sacarían ustedes, en su ciudad, una bandera de dinamarca, de pronto?. Pues han aparecido en medio mundo, para quemarlas, de golpe. Es que el noble pueblo musulman, ofendido, de forma espontánea, las ha debido comprar en un supermercado. Más o menos lo mismo de espontáneo que las manifestaciones de la izquierda española en contra de la ¿guerra? de Irak. Si es que no hay nada como una ofensa oportuna. ¡Qué comprensivo es todo el mundo! SQC (Señor, qué cruz).

  29. » Urrutia, Huntington y Clooney deUgarte.com says:

    […] Dice Juan que el verdadero conflicto no es -pese a todo el debate abierto por las famosas caricaturas danesas- entre cristianismo e Islam, sino como recordaba el Papa, entre monoteistas y politeistas/agnósticos/ateos La diferencia principal entre las dos coaliciones opuestas es homotética a la distinción entre jerarquía y red. La jerarquía se asocia inmediatamente al monoteismo y al Libro y por lo tanto conforma una organización que posee un centro o una cúspide o unas raíces. En cambio la red es lo contrario, no tiene un centro único, cúspide o raiz y, o bien no tiene Dios o bien tiene muchos pequeñitos. […]

  30. antonio says:

    Y qué hay de las viñetas de la revista «jueves» que lleva años caricaturizando a mahoma, dios, cristo…? Por qué los musulmanes se indignan ahora y no antes?

  31. carolina says:

    Acabo de ver el debate de Telemadrid acerca de la idoneidad y el derecho de publicar las viñetas sobre Mahoma.

    De las reflexiones escuchadas me ha llamado especialmente la atención una suya: en la sociedad española hemos desarrollado una gran sensibilidad en la prensa para con la etnia gitana o el tratamiento del holocausto. Incluso el desvelar la pertenencia a esa etnia en un artículo periodístico sobre un suceso es asunto de debate.

    ¿Por qué no podemos entender esa misma sensibilidad para con los símbolos del Islam? Una civilización avanzada debe de presumir tanto del derecho a la libertad de expresión, como de la sensibilidad hacia mentalidades diferentes. Y en este caso creo que ambos no son excluyentes.

  32. paulinitha.. says:

    hola eso eso eso pos..

    onda toa la razonn obviio..!

    na q verq los culiaos nazis agan eso …(:

    un saludo atodos..!!

    y chi chi chi .. le le le viva chile ..!!

    y osamaaa. bin lademm..!!!!!!!!!!!!

    besituszz

    AdIO.!