Estado de la Naci�n II. A Rajoy se le acaba el tiempo…y el discurso

| Rafael Estrella

Alguien me ha dicho: «este debate ha sido la muerte de Rajoy». Yo creo más bien que es el comienzo de una larga y dolorosa agonía.

Después de lo que hemos visto y oído esta tarde, es evidente que Rajoy ha defraudado a los suyos -que han acabado por recurrir nuevamente a la bronca-. Así se desprende también de los comentarios en la red. Basta ver el foro de El Mundo.

Rajoy ha atendido la incitación a la dureza que le hacen los suyos, pero con un grado tal de simplificación y bajo nivel político que, como se ha señalado, Zapatero, ante el abandono por Rajoy de la Política, ha terminado descendiendo, algo habitual en él, a la pedagogía, siempre menos vibrante. Pero la política ha vuelto en la intervención final de Zapatero.

Un comentario sobre los tiempos. Como me decía Marcelino Iglesias, hasta en el Parlamento más pequeño de España, es la norma que el Gobierno no tiene límite de tiempo cuando interviene en este tipo de debates. Rajoy también lo sabe, y sabe también que ahora él tiene un 50% más del tiempo con que contaba Aznar frente a González o que Zapatero frente a Aznar. Su empeño en forzar el generoso acuerdo adoptado sobre los tiempos y en presentarse como víctima de una discriminación me ha parecido patético. Más patético aún cuando ha afirmado que se le expulsaba de la tribuna. Más bien parece que, dando por perdido el debate, intentaba provocar que se hablase de los tiempos y no del debate. No le faltó tiempo, le faltó discurso.

Así lo han entendido algunos de los suyos.

Interesante la reflexión que hace Jesús Clavijo , quien se pregunta si un diputado escribiendo sobre el debate en su blog no será es metalingüistica del debate. Siguiendo ese sugerente hilo conductor, yo siempre he pensado que mi presencia en Internet, en la web, en el blog, era metapolítica.

6 Responses to Estado de la Naci�n II. A Rajoy se le acaba el tiempo…y el discurso

  1. Alfanhui says:

    Buena lectura, creo que hoy hemos coincidido muchos en que el discurso de Rajoy ha estado vacío. No ha tenido ni una sola propuesta, además, ha perdido los papeles, algo muy mal visto en la cámara y, lo que es peor, ante los ciudadanos. En estos debates aburridos sí, pero con fuerte importancia escénica, la pataleta de Rajoy fue como la que Borrell representó -en ese momento con razones de fondo, aunque la forma le mató- en otro debate sobre el Estado de la Nación.

    Recojo esa reflexión que has hecho. Rajoy ha comenzado hoy un largo y tortuoso camino, que si no pasa algo grave se lo llevará por delante en las próximas elecciones generales, siempre que no haya debacle en las autonómicas y municipales del año que viene.

    Un abrazo,

  2. José Manuel says:

    Muy interesante… pasa igual que en Portugal. La derecha es siempre así cuando está en la oposición.

    Un Saludo Socialista desde Portugal

    José Manuel

    Pido disculpa por el eventual «Portuñol» de alguna palabra o error gramatical

  3. » Impresiones naif de un debate del estado de la nación deUgarte.com says:

    […] La oposición: Por desgracia -y digo por desgracia porque es un desastre para este país- tengo que estar de acuerdo, una vez más, con Rafa Estrella. Los gritos, los gestos insultantes, el escasísimo respeto por las formas democráticas, por el Parlamento y sus tradiciones, del grupo parlamentario popular fueron inadmisibles. De pánico la búsqueda de la confrontación bajo la que asoma cada vez más una vocación de confrontación civil. Es como si quisieran o amenazaran con renunciar a la política cuando se les niega el poder. Su líder me asustó: buscaba la frase contundente que diera titular y no se molestaba en ligarla a un discurso, a una línea de razonamiento, era mera declaración, mero juicio. Y otra cosa que me asusta y entristece: los temas centrales eran emigración y unidad patria. Como en fotografía, en política, el encuadre lo dice todo del autor. Busco parangón con otros partidos de oposición conservadora en Europa y me asusto aún más… […]

  4. FELIPE says:

    Estoy básicamente de acuerdo con todos. No me ha gustado Rajoy, salvo en la dúplica. Mal en lo del tiempo y su discusión con el Presidente de las Cortes. Me parece increíble que siendo mejor orador y parlamentario que el Presidente, haya dejado pasar la oportunidad de presentar propuestas a la actuación del Gobierno. Y eso los ciudadanos no lo suelen perdonar.

    En lo que no estoy de acuerdo con D. Rafael es en la brillantez del discurso de Zapatero. El presidente tendrá otras cualidades como la agilidad y atacar a la yugular del adversario, pero como orador…deja mucho que desear.

  5. alberto says:

    Nunca me han gustado las actitudes de matones de barrio, pero llevar el espíritu de pandilla violenta al Parlamento me parece imperdonable, y el no haberse estudiado argumentaciones medianamente estructuradas, por las fechas que estamos, merece un rotundo suspenso…sin recuperación en Septiembre. Tal vez el utilizar la falacia de protesta contra el tiempo asignado, cuando no hay motivo, al contrario, debería como ya se le dijo «ser bien agradecido», no sea más que otra de lo mismo, actitud escénica en la dinámica de la confrontación sin base ni argumento.

  6. jclavijo says:

    ¿Metalingüística? ¿Podría ser una clave, y este post es un ejemplo más, que hablas (como parlamentario) del «cómo» se debate por encima del «sobre qué» se debate, siendo el debae, en si mismo, el acto central y esencial del Parlamento?

    Otra clave puede ser, en otro extremo, que, como diputado, discurres en este caso sobre «lo que se dice» y no sobre «lo que se hace». Puede que este sea el elemento diferenciador entre la metalingüística y la metapolítica de la que hablabas en tu post.

    Diferencia que, creo, puede venir inducida por el escenario: cámara del congreso/comisión de exteriores, por ejemplo. Puede que en la primera importe más lo que dice y en la segunda lo que se hace.