La c�psula del tiempo de Per�n

| Rafael Estrella

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Tras la aprobación por el Gobierno del Anteproyecto de Ley, se habla estos días en España de la recuperación de la memoria histórica, que hoy ha contado con un importante acto en Cádiz (al que me adhiero desde aquí).

En Argentina, además del éxito de una telenovela que recrea la época de la dictadura, comienzan a producir consecuencias la anulación de las leyes de perdón.

Ahora se anuncia que se va a desenterrar, literalmente, la memoria paternalista-populista de Juan Domingo Perón. Lo cuenta Julian Gallo en su blog, uno de los mejores de la blogosfera argentina.

El día 12 de agosto, bicentenario de la reconquista de Buenos Aires tras la primera invasión inglesa, el presidente argentino Ernesto Kirchner abrirá la cápsula con el Mensaje a los jóvenes argentinos del año 2000.

Se cumplirá así la voluntad de Juan Domingo Perón quien, en 1948, enterró el mensaje en la plaza de Mayo de Buenos Aires.

El mensaje fue leído antes de ser enterrado, por lo que no cabe esperar sorpresas. No es como el Tercer Secreto de Fátima. Sobre el contenido del mensaje, dice Julián Gallo:

El texto es -según mi opinión- simplemente un panfleto de propaganda peronista que utiliza un análisis rudimentario para establecer a la doctrina peronista como única alternativa entre el capitalismo – que según Perón se vale de la libertad para deprimir y explotar a los trabajadores- y “los falsos apóstoles del proletariado”. Entre esas dos fuerzas del mal, según él, estaría el peronismo.

Que sepamos, Franco no dejó ningún mensaje enterrado en la Plaza de Oriente.

8 Responses to La c�psula del tiempo de Per�n

  1. miguelnr says:

    Todas las Falanges y populismos de corte derechista del mundo, ya sea en España, Argentina, Chile, Rusia y Francia, han intentado superar la lucha entre izquierda y derecha, la superación de esa contraposición dialéctica.

    Es lo que algunos, con el nuevo centrismo, llaman a los partidos «catch all», lo que hace aquí en España la llamada Falange Auténtica, o lo que hacen los autodenominados «centristas», que le dicen a todo que sí.

    http://en.wikipedia.org/wiki/Big_tent

    Tony Blair hizo lo mismo con el Partido Laborista, y David Cameron intenta hacer lo mismo con el Partido Conservador. Se dice que Felipe González quiso hacer igual, y Aznar en cuanto ganó en 1.996 tambien (quizás este último a partir del 2.000 perdió ese toque, se mojó ideológicamente y vimos como pensaba realmente).

    Se trata de no quitarles a todos la razón del todo, y dársela en parte, usar la moderación ideológica elevada a la enésima potencia, darle un barniz sentimental y populista, llamar a los valores más primarios y transversales, defenderlos con un discurso efectivo, y dedicarse a caminar hacia delante.

    Todo esto es muy bueno para ganar elecciones, pero no creo que sea bueno para arreglar problemas; si uno se dedica a, simplemente, mantener los equilibrios, pero no hace reformas de calado, no propone, no se moja, no orienta la política hacia ningún lado, a él o ella, como candidato, le irá muy bien, ¿pero al país?.

    El centrismo no existe porque no es nada en si mismo; es una posición intrinsecamente dependiente de las demás, dependiendo de donde esté la izquierda o la derecha, así encontrarás el centro entre ambas, pero primero tienen que posicionarse izquierda y derecha.

    Un centrista nunca habla primero en una reunión sino sabe que van a decir el de izquierdas y el de derechas, porque necesita saber que van a decir para colocarse entre ellos. Si le dices a un centrista que hable el primero, no sabrá que decir, a menos que suponga lo que el de izquierdas y el de derechas van a decir, porque sean posiciones tradicionales.

    Si no saben muy bien que tipo de equilibrio adoptar, y piensan por si mismos, normalmente se acercan más a la derecha que a la izquierda, dado que en la derecha siempre ha existido tradicionalmente el desprecio por la política, el hecho ideológico ó el ideal, en contraposición a la tecnocracia, la gestión y la administración, puramente hablando; esto tiene mucho que ver con el «equilibrismo» de un centrista, dado que al igual que el derechista, no se posiciona en base a valores ó concepciones cosmológicas, sino a una mera filosofía estratégica.

    Si expresa con sinceridad estos valores, los suyos, como hizo Aznar a partir del 2.000, seguramente serán sustancialmente reaccionarios.

    Se puede decir que eres ecléctico ideológicamente, porque bebes de distintas tradiciones, se puede decir que eres imparcial dado que no juzgas con tendenciosidad, se puede decir que eres independiente porque no tienes dependencias previas para posicionarte, ¿pero centrista?, nadie me ha sabido explicar que es el centro.

    Desde mi punto de vista el centro, como tal, por si mismo, no existe. No hay nada que al señalarlo digas «eso es el centro». Un moderado es un moderado, la moderación es un «grado de algo», ese algo es lo que es, no su gradación.

    De todas formas para muchos el concepto «centrista» se ha convertido en un concepto útil para expresarse, porque se asocia facilmente a la moderación, pero como digo, como hecho ideológico, no sirve.

    Tony Blair se va a pegar un batacazo, a menos que su maquinaria «catch all», su maquinaria electoral, sea más efectiva que la de David Cameron; un discurso más atractivo al oido, mejor marketing, comentarios más ingeniosos, etcétera… lo deplorable en algunos casos es ver a líderes que se han tirado a la piscina centrista, si su oponente también lo hace, recuperar la retórica de su ideología perdida para fundamentar su discurso. Yo ya no me imagino a Blair auto-calificándose de izquierdas y desarrollar en base a eso su discurso contra Cameron, porque quedaría en ridículo, porque sería como haber pasado de tu coche viejo a tu flamante coche nuevo, y como tu oponente tiene un coche flamente todavía mejor, intentar volver al viejo … que has dejado aparcado a 100 kilómetros y sin gasolina; pierdes el nuevo, el viejo te queda demasiado lejos, y tienes a Cameron subido a un Ferrari, dándole al claxon y burlandose de ti desde la ventanilla, «¡que!, ¿ahora que te queda?».

    Nunca es bueno jugar con las reglas de tu oponente, es mejor llevarlo a tu terreno, y todos sabemos que los conservadores, a rebajar impuestos, a aplicar seguridad policial y a hacerse fotos con Bush siempre nos van a ganar, siempre.

    La socialdemocracia europea tiene el motor ideológico medio gripado, y eso se paga.

    El peronismo, igualmente, vive de la crisis de las ideologías tradicionales.

  2. merce says:

    Franco nos dejó ya bastantes cosas,repudiables todas, y aunque no dejó ningún mensaje, tiene buenos mensajeros en las filas del PP y otros partidos de ultraderecha.

  3. Rosa J.C. says:

    MiguelNR, excelente exposición la tuya.

    Desconocía este mensaje, pero me alegro de que al nuestro no le haya dado por ahí.

    Lo del peronismo nunca lo terminaré de ver. Vinieron un buen puñado de argentinos a formarse a España hace poco más de un año. Estuvieron en la Jaime Vera y se supone que todos ellos eran de izquierdas. Bien, sólo uno de todo el grupo no era peronista, y le denominaban «liberal». Su explicación eran sencilla al tiempo que clarificadora: «Mirá, el peronismo es como una hepatitis. La podés tener por tu cuerpo, pero no se manifiesta hasta cierto momento. Vos sos peronista pero no lo sabés».

  4. Fabian M says:

    El peronismo es nada,nadie puede definirlo ideològicamente.Pero en la pràctica es el cancer que sigue carcomiendo las estructuras institucionales de mi pais.Es el VHI, virus mutante,tras el cuàl se esconden las estrucuras polìticas mafiosas de Argentina.

  5. Omar says:

    Estimado Rafael:

    Desde Argentina, respetuosamente deseo señalarte un error. Cuando dices: «Que sepamos, Franco no dejó ningún mensaje enterrado en la Plaza de Oriente.»,tú equiparas a Franco con Perón.

    Y Franco y Perón, no son (fueron) lo mismo, ni parecidos, ni similares, ni nada. Veamos:

    Perón llegó tres veces a la presidencia de Argentina elegido en comicios limpios y democráticos: en 1946, en 1952 y en 1973. ¿Franco?

    Perón fue derrocado por una dictadura militar en 1955. ¿Franco?

    Perón nunca mandó a fusilar a sus opositores, aunque sus enemigos le atribuyeran ayer (y hoy), toda clase de infamias. ¿Franco?

    Perón tuvo a su lado -desde 1944 y hasta su muerte en 1952- a una revolucionaria llamada Evita (no confundirla con Madonna, por favor), y que, además, era muy bella y dulce. ¿Franco?

    Perón dejó centenares de escritos políticos, en sus libros, discursos, etc. explicando su visión de la realidad y del mundo. ¿Franco?

    Perón construyó un movimiento político capaz de sobrevivir a las torturas, fusilamientos, desapariciones forzadas y persecuciones de todas las dictaduras que azotaron a Argentina, entre 1955 y 1973 y 1976 a 1983. ¿Franco?

    Perón supo reconocer sus errores a tiempo, que fueron muchos. ¿Franco?

    La lista de diferencias sigue, pero no deseo ocuparte

    demasiado espacio. He simplificado excesivamente la comparación, pero tan solo quería decirles que cometen un error al tratar de explicarse a ustedes mismos el peronismo, desde una analogía con Franco o las derechas españolas.

    No son iguales. Nada tienen en común. Yo soy Peronista, pero nada me hace sentir identificado ni con las Falanges, ni con Franco, ni con el PP, sino todo lo contrario.

    Y por favor, que la gente no crea que este híbrido que hoy malgobierna a la Argentina, es peronista.

    Gracias. Cordiales saludos.

  6. Rafael Estrella says:

    Estimado Omar,

    Gracias por tus observaciones y, especialmente, por el tono en que las haces.

    El comentario a que te refieres tiene la relevancia -escasa- de una noticia, no una declaración, que se cuelga en el blog a comienzos de agosto haciéndose eco de un comentario en un conocido blog argentino.

    Lamento, en particular, que se pudiese interpretar como una comparación entre Perón y Franco. Como tú dices, son radicalmente diferentes, uno con legitimidad democrática y objeto de golpes militares y el otro un golpista consolidado en el poder. La alusión que hice respondía, exclusivamente, a que ambos son referentes de nuestros respectivos pasados. El proceso que se vive en Argentina en torno a la figura de Perón sería impensable en el caso de Franco que, para la inmensa mayoría, representa la página más negra de nuestra historia, aunque unos pocos sigan venerando su memoria.

    No tengo nada a favor ni en contra del peronismo; como tú dices, tiene sus luces y sombras. Personalmente, me resultan más atractivos sus logros para para el progreso y el bienestar de los argentinos que la retórica que acompañaba esas políticas. Por eso me sorprende haber leído en una publicación : «al Embajador de España no le gusta el peronismo». Podrían encontrar razones similares -por ejemplo, en la visión sobre el papel de la iglesia en la política- para decir exactamente lo contrario.

    Pero de nuevo, te agradezco tus palabras. Puedes estar seguro de que no tengo intención de inmiscuirme en la política argentina, sino, con un gran respeto, de conocerla y entenderla, algo que puede ser apasionante.

    Un cordial saludo.

  7. Max Hertelendy says:

    Un poco tarde, pero me parece que es enormemente necesario marcar una diferencia que nadie parece notar: Peron y peronismo (especialmente el actual) son dos cosas muy diferentes. Peron supo obtener una fidelidad casi religiosa de la mayoría a traves de un enorme carisma. Dejando de lado los juicios sobre su persona, una vez muerto Peron, el peronismo se encuentra poseedor de un capital electoral increíble, por su tamaño, y por su condición de cautividad y falta de critica o análisis. Y el poder absoluto corrompe absolutamente. Hoy el peronismo puede hacer (siempre pudo) lo que quiere con Argentina si logra solucionar sus conflictos internos. No existe una ideología peronista, esto es solo un conglomerado de poder cargado de corrupción.

    Yo personalmente aborrezco lo que representaba el Peron original, que coqueteaba más con ideas de gran partido estilo nacional socialismo alemán, pero lo de hoy es un prostíbulo en comparación (aunque conservando toda la brutalidad original).