�Argentinos, a las urnas!
«¡Argentinos, a las cosas!«. De las numerosas frases acuñadas por José Ortega y Gasset, los argentinos gustan de citar esta que, para muchos, definiría la tendencia a ensimismarse con lo accesorio y no abordar los problemas reales. En España, la frase es poco conocida, y solemos evocar otras como «yo soy yo y mi circunstancia» o «el esfuerzo inútil conduce a la melancolía«, una de mis favoritas.
Escribo estas palabras cuando son las 8 de la mañana del viernes en Buenos Aires, hora en que comienza la veda electoral tras una campaña de bajo tono y escasa en propuestas que sólo en los últimos días ha llegado a animarse. No descubro ningún secreto si digo que eso mismo, que ya he escrito aquí, hemos contado a Madrid en el telegrama cifrado que, a esta misma hora, estamos enviando con el balance de la campaña.
Los diarios de hoy recogen diferentes encuestas que vaticinan una cómoda victoria de la candidata Cristina Fernández de Kirchner. Tal vez por eso no se han prodigado los compromisos electorales concretos -no era necesario- aunque estoy convencido de que la nueva etapa que se avecina, con la consolidación de la salida de la profunda crisis de 2001-2002, traerá cambios importantes.
También han circulado encuestas falsas (aquí las llaman truchas) que favorecen considerablemente a Alberto Rodriguez Saa (el del día de la madre).
En estas elecciones, los partidos tradicionales se han difuminado, están ausentes. No hay ninguna lista bajo las siglas de la Unión Cívica Radical o del Partido Justicialista, aunque candidatos de ambos partidos se presentan divididos en distintas listas o mezclados radicales y peronistas en una misma lista. El Partido Socialista también se ha visto afectado por ese fenómeno, aunque es el que en mayor grado ha logrado preservar su identidad.
Si duda, es un debate interesante el del futuro de los partidos tradicionales, pero no lo es menos, a la vista del panoráma político, la reflexión que habrá de hacerse sobre la evolución previsible en un país en el que, simplemente, hoy no hay partidos políticos vertebrados que reflejen las diferentes ideologías.
A partir de mayo de 2003 empezamos a ver, sorprendidos y esperanzados, que el presidente Néstor Kirchner comenzó a hacer realidad las ideas y propuestas que nosotros sosteníamos necesarias para construir ese sueño. Es así que los argentinos advertimos que se podía terminar con la impunidad, cambiando una Corte Suprema de amigos del poder por un Tribunal que hoy tiene entre sus integrantes a reconocidos juristas. Se derogaron las leyes de obediencia debida y punto final, trayendo verdad y justicia. Se defendieron los intereses de nuestro país, renegociando la deuda externa y permitiendo un ahorro de 60 mil millones de dólares para todos los argentinos. Se pagó la deuda con el FMI y así se evitaron sus condicionamientos y recetas.-
Mi frase preferida de José Ortega y Gasset es «Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos».
Creo que tiene bastante que ver con lo que se plantea sobre el final del post.
La crisis del 2001 ya pasó. Estamos ahora listos para levantar la mirada hacia un nuevo camino. En ese marco, necesitamos con urgencia generar espacios plurales de debate ciudadano para temas fundamentales de cara al bicentenario nacional. Ahí andamos, muchos -y cada vez somos mas- argentinos de diferentes espacios políticos intentamos navegar hacia esos puertos…
Saludos.
Seba
http://www.sebalorenzo.com.ar
El problema fundamental de los argentinos no es no saber que fuimos que somos y que seremos, sino querer saber y preguntarnos constantemente que fuimos que somos y que seremos.
«Seras los que debas ser, o sino, no seras nada».
«!!!Argentinos…a las cosas!!!»
Si miramos que fuimos, quedaremos dependientes y estaticos. Somos lo que debemos ser. Y solo el destino dirá que seremos.
Ni gobierno ni opisicion me convencen. En estos tiempos una de las palabras que esta de moda es negacionismo. Hay gente en el mundo que niega el cambio climatico, otros que niegan el holocausto. Y en la Argentina el gobierno niega los problemas. Segun el gobierno no hay inflacion, no hay inseguridad, no hay problemas energeticos, no hay corrupcion, no hay pobreza, no hay desempleo. Por eso no hay propuestas concretas, como para ellos no hay problemas no hay nada que solucionar. Es verdad que la soja ha permitido un mejoramiento de la economia pero a alguien que vive en un barrio marginal la soja no le permite acceder a una vivienda digna ni le proporciona un trabajo ni salario digno.
La oposicion reconoce la existencia de esos problemas pero no sabe como solucionarlos, su mensaje se reduce a criticar al gobierno y nada mas.
Y ningun politico es confiable toda esta fragmentacion de partidos, partiditos y partiduchos es porque hoy dicen defender una cosa y dentro de una semana dicen todo lo contrario.
[…] Estrella Argentina, política exterior, diplomacia, españa, socialismo, Granada « ¡Argentinos, a las urnas! 28 de Octubre, […]
Yo diría: “no serás nada, sino no sabes lo que quieres”. Ese es el mal de la Argentina, no sabe lo que quiere, ni siquiera lo que le conviene. “Argentinos, a las cosas” y es lo que hemos hecho, sobre todo en los 90.
Yo pediría “Argentinos, a los valores”. A esos valores que traían nuestros abuelos, que apostaban al trabajo, a la de educar a sus hijos, al ahorro, a la humildad de saberse seguros, a sembrar, porque el que siembra, a la larga, cosecha.
Pero como viene nuestra historia, ya imagino el futuro presidente de Argentina en la próxima elección… Máximo Kirchner o Florencia Kirchner…
En fin, es lo que hay…
Saludos a todos.
Guillermo
Hasta que no pasemos de la participación al protagonismo todo será en vano.