España y América Latina en el Siglo XXI

| Rafael Estrella

No veo razones para sentirse ofendido por esta afirmación. Si la tomamos en su literalidad, con la referencia de los 200 años, lo que dice el influyente y respetado asesor internacional de Lula es, en todo caso, una solemne obviedad (o una obviedad solemnizada).

La cuestión de fondo que sugiere en esa afirmación es una buena justificación para reflexionar sobre la naturaleza, el valor y el alcance de la relación presente entre España e Iberoamérica, una comunidad a la que el idioma común convierte en una gran potencia cultural, dotándola de un valioso instrumento de poder blando que los iberoamericanos no hemos desarrollado en todo su potencial.

Hace 200 años, con el inicio de los procesos de independencia, el Imperio español en América comenzó a dar paso a un nuevo ciclo histórico; con la Constitución de Cádiz de 1812, también llegaría en España un cambio de ciclo hacia la modernidad.

Todo eso es lo que ahora conmemoramos: celebramos que, en el siglo XXI, ya no hay imperios en América; una América que tiene con España un vínculo intenso y profundo que tiene sus raíces en el pasado común y se asienta sólidamente en el presente compartido. A pocos días del 25 de mayo, la Argentina es tal vez, por razones muy diversas, el país donde los afectos y espacios compartidos son más vivos e intensos.

Felipe González destacaba recientemente que Iberoamérica es una prioridad pública y privada para España. Las Cumbres Iberoamenicanas son la dimensión más visible de esa comunidad que seguimos construyendo y profundizando. La nuestra, con muchas más coincidencias que desencuentros, es una relación entre iguales, en que no hay lugar para el paternalismo o para visiones imperiales trasnochadas: cercanía, amistad y respeto son los rasgos que definen una relación basada en fuertes lazos históricos, culturales, sociales, políticos y económicos. Y eso es lo que hace posible que España ejerza una influencia positiva -y querida- en una región cuyo presente y futuro no puede sernos ajeno.

España influye en América Latina del mismo modo que América Latina influye en España y es determinante para en su papel como actor internacional, incluyendo la capacidad de España para proyectar sus prioridades en la Unión Europea. No es casual que dentros de dos semanas, bajo Presidencia española de la UE, esté previsto cerrar Acuerdos de Asociación con Centroamérica, con dos países andinos (Perú y Colombia) y que se vayan a reabrir las negociaciones para un transcendental Acuerdo entre la UE y MERCOSUR, en vía muerta desde hace casi seis años.

Sólo algunos datos que definen esa realidad:

– De los principales países del mundo, España es el mejor valorado en la región.

– El 71% de los latinoamericanos tienen una buena opinión de España

– El 72 por ciento se mostra orgulloso de su lengua y la cultura latina.

– El 67 por ciento opina que las relaciones diplomáticas entre España y su país son buenas.

– La mayoría de los latinoamericanos consideran que, entre los países europeos, España es la potencia que más se preocupa por su bienestar; tienen la imagen de un país democráticamente fuerte, y el Rey Juan Carlos es una de las personalidades políticas mejor valoradas.

(Javier Noya, «La nueva imagen de España en América Latina», Tecnos, 2009).

Si Marco Aurelio, cuando habla de influencia, está pensando en poder, control o hegemonía, tendría razón (no es ese el papel ni la vocación de España), pero habría confundido los términos; en caso contrario, si realmente se refiere a la influencia en sentido estricto, su afirmación reflejaría una visión que la realidad desmiente. La invocación que se hace de España no es sino el reconocimiento de lo que la afirmación pretende negar.

    7 Responses to España y América Latina en el Siglo XXI

    1. Ricardo says:

      Estimado Embajador,

      Ingenioso lo que Ud. afirma al principio. Es una «obviedad solemnizada».

      Creo que también resulta obvia y explícita la influencia mutua entre España e Iberoamérica.

      En todo caso, e intentando poner la frase de García en contexto, entiendo que ella fue dicha ante la probable presencia del presidente hondureño en la cumbre de la UE con América Latina y el Caribe que se llevará a cabo la próxima semana en Madrid, visita que -según he leído- finalmente no ocurrirá.

      Volviendo al contenido de la frase, creo que aunque «solemnemente obvia», debería ser repensada por el autor…

    2. javier s says:

      Aunque habría que ver el contexto en el que se dijo, creo que la afirmación de Marco Aurelio García es una declaración política. Suena defensiva. Viene de alguien que cree que Brasil ha de tener un papel hegemónico en América Latina y Caribe y esto hay mucha gente que lo discute. Estoy muy de acuerdo con la reflexión. España no pretende ser hegemón en las Américas, no puede, pero tampoco quiere. España no tiene territorio en América. España no sólo está en América, España es en América. Brasil actúa como chef de file, pero sus vecinos, no sólo los inmediatos, ven con preocupación los excesos verbales y la arrogancia que se dejan sentir en algunas declaraciones de Itamaraty. Aunque sean compatibles, no es lo mismo trabajar por la integración latinoamericana que liderarla. El señor García debería echar un vistazo al latinobarómetro y la opinión que se tiene en América latina de España, de su Presidente del Gobierno y de su Rey. Me gusta más lo que dice Marcel Biato, otro asesor de lula, para quien la política exterior de Brasil debe guiarse por una «paciencia estratégica».

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