Equinoccio Cultural hispano-argentino

| Rafael Estrella

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La intensidad del aterrizaje en Argentina me ha tenido apartado del blog durante varias semanas. Ahora, vuelta a la normalidad, con las limitaciones conocidas. Me ha parecido interesante, a modo de Manifiesto, reconstruir y editar mis palabras, el pasado dia 21 de marzo, en un concurrido encuentro con el mundo de la cultura: la excusa, el Equinoccio  Cultural.

Esta noche hubiéramos tenido muchas excusas para reunirnos aquí, en la Embajada de España en Buenos Aires, con ustedes, que representan el mundo de la cultura, de las artes, de la comunicación. Por ejemplo, podríamos haber querido hacer balance de un año cultural y celebrar que acaban de premiar a Cesc Gay con el Astor de Oro en el Festival de Mar del Plata, o el Goya con que ha sido premiado este año en España Alejandro Doria, como lo fuera en 2006 Tristán Bauer.

Podríamos haber querido celebrar el premio que recibió Verónica Chen en el Festival de Málaga, el Premio Ciudad de Barcelona de Teatro a Javier Dualte o los Premios Rey Juan Carlos de Periodismo con que se ha distinguido a Silvina Heguy, a Julio Rodríguez, a Verónica Toller y a Estela Gigena. Estas hubieran sido algunas de las excusas posibles, y eran muchas, ya que a lo largo de un año los Premios van y vienen a través del Atlántico. Algunos de los premiados que he citado están hoy entre nosotros. 

Pero he querido reunirles hoy en torno a algo menos obvio, a una idea tal vez más sofisticada y, sin duda, de gran potencia como reflejo de las paradojas que dan vitalidad a nuestra comunidad.  Hoy, 21 de marzo, queremos celebrar el Equinoccio Cultural, que es, a la vez, el equinoccio de primavera en España y para ustedes, aquí en la Argentina, el equinoccio de otoño pero que, en definitiva, es nuestro equinoccio, el suyo y, a la vez, el mío. 

Es algo que entendí pocos días después de llegar a la Argentina, escuchando y viendo a Serrat en el Gran Rex: descubrí que Serrat, que yo siempre había considerado como algo mío, les pertenecía también a todos los que le escuchaban en ese escenario de Buenos Aires, y que por tanto,Serrat pertenece a argentinos y españoles, como a los cubanos o a los chilenos. Lo mismo podría decirse de Joaquín Sabina, al que yo envidiaba por la novia que tenía cuando estábamos en la Facultad, y ahora llena una y otra noche la Cancha de Boca. 

Es difícil decir si son más nuestros o suyos Ricardo Darín, José Sacristán, Julio Bocca, Juan Diego Botto o Carmen Maura. Lo mismo ocurre con Alterio, ese actor polifacético que es a la vez padre e hijo, Héctor o Ernesto, argentino y español, viejo y joven… Es difícil decir si Almodóvar es nuestro Campanella o Campanella es su Almodóvar. Si Eduardo Blanco, que está hoy con nosotros, es su emigrante o nuestro emigrante. 

Ocurre igual en el deporte, aunque eso sí, Maradona podrá haber sido del Barcelona pero siempre será de Boca. Todas estas son apropiaciones amables, nunca apropiaciones indebidas. 

Hace poco le gritaban a Carlos Moyá “Carlitos quédate” (lo que le gritan a Nadal no es reproducible aquí) y hace unos días todos hemos sentido como nuestro el que Cañas rompiera la racha de Federer y mantuviera el récord imbatible de Guillermo Vilas. Podría poner muchos más ejemplos: la Editorial Santillana es hoy una multilatina que opera también en España al igual que ocurre con Telefónica. 

Maitena es el personaje en que se ven reflejadas muchas mujeres argentinas y españolas y a través de sus ojos nos ven a muchos hombres españoles y argentinos. ¿Qué decir de Mafalda? Su sopa es nuestra sopa y la sopa de nuestros hijos y la sopa de los que tienen nietos. Además aquí he descubierto que Mafalda es un personaje real, con vida propia más allá del comic, ya que tiene una plaza allá por Chacarita como cualquier prócer, cualquier general o cualquier fecha del calendario. 

Y es que en nuestra relación hay mucha ignorancia. Cuando era chico yo aceptaba que los ríos y los montes debían tener nombres diferentes para evitar confusiones. Pero me sublevaba que mi mar, el Mediterráneo, cuando se abría hacia el Oeste, tuviera que pasar a llamarse Atlántico; me parecía una arbitrariedad y un abuso innecesario de nuestra capacidad de memorizar. En el colegio no aprendí nada sobre Argentina. Un día me explicaron que en el hemisferio Sur el al desaguar un lavabo, el agua gira en dirección opuesta a la de un lavabo del hemisferio Norte. Cuando llegué a casa se lo conté a mi madre, que era muy culta, y me dijo: “eso pasa en la Argentina”. 

En la familia de mi padre se cuchicheaba acerca de un pariente que había emigrado a la Argentina, del que se decía que se había hecho poeta en lugar de ser un hombre de provecho. Un día, de nuevo mi madre, vino a precisar: “no sólo es poeta, sino que es profesor y académico de la Lengua”. A partir de ese día, en la familia, Fermín Estrella Guitiérrez pasó a ser un hombre respetable, un valor familiar. Hoy están aquí sus hijos, María del Mar, Alba y Fermín. El próximo día diez le rendiremos un homenaje poético en lo que fuera su casa, El Solar de Don Fermín. 

Pero la primera aproximación directa a la cultura, la sociedad y las costumbres de Argentina la recibí a través de Les Luthiers. cruce1.JPGPor eso, al segundo día de estar aquí al ver en el  rótulo de una calle  “Triunvirato”; dije en voz alta sin pensarlo: “…y Avenida de los Incas”. La persona que venía en el coche conmigo, argentina, me miró sorprendida sin saber de qué hablaba, y entonces continué recitando: “soldados, pelad los sables, y una vez pelados los sables, se corta al enemigo en pedacitos, se bate todo bien sobre fuego de metralla, se vierte hasta la última gota de sangre y se sirve a la Patria… o bien, en el molde”. 

A veces los españoles dicen que no entienden a los argentinos y no se refieren sólo a los noventa; lo dicen de manera literal, del mismo modo que españoles de otras regiones tienen dificultades para entendernos a los andaluces. Yo creo que les entiendo a ustedes bastante bien (bueno, Pinti es otra cosa) y que ustedes también me entienden bien a mí cuando hablo con mi acento andaluz. Pero a los españoles nos encanta, nos gusta, nos divierte el habla argentina. Nos choca a veces la economía del lenguaje: nosotros decimos “subida” y ustedes dicen “suba”, sin que por ello sea mayor o menor la inflación o el dato económico al que nos referimos. 

Nos sorprende y nos divierte la hipérbole con que utilizan el acento o la liberalidad en el uso del género. Por ejemplo, ustedes dicen el “alerta metereológico” o “la bikini” (no sé si se dirá también “ensayo nuclear en el atolón de la Bikini”). Su habla nos resulta a veces chocante, como cuando dicen “la manito”, que vemos como una chirriante discordancia; o cuando utilizan el reflexivo “recibirse» (recibirse de médico, de abogado), una expresión en que algunos malvados pretenden ver signos de egolatría o incluso de onanismo. Pero lo nuestro es aún más equívoco: decimos “licenciarse” (de abogado, de médico). El título que, en teoría, permite trabajar, lo cualificamos con una palabra que refleja todo lo contrario, tomar vacaciones. 

El habla es muy importante, para comunicar, para atraer, para cautivar. Hace diez años, mi mujer entró a comprar tabaco en Mendoza y dijo en su recio castellano: ¿“me puede usted dar un paquete de Marlboro”?. El estanquero, un joven alto, con coleta, la miró a los ojos y dijo: “pero qué lindo hablás vos”. Desde entonces, se quedó colgada de Argentina. Del mismo modo, mi amigo Tato Rébora se quedó colgado de Granada cuando llegó, durante la dictadura, y allá sigue, con su bar, organizando festivales de tango. Hoy, para los granadinos, Tato Rébora en “nuestro argentino”. Quisiera terminar después de estas reflexiones que espero hayan sido prolijas (en Argentina, ordenadas), o que no hayan sido prolijas (en España largas, premiosas), dando las gracias a todos los que han ayudado a esta celebración. Y quiero ya emplazarles, para dentro de un año, al Equinoccio Cultural 2008 en la Embajada de España. 

Buenos Aires, 21 de marzo de 2007

 

10 Responses to Equinoccio Cultural hispano-argentino

  1. ST says:

    Hace menos de 48 horas que regresé de mi segundo viaje a España, me contenía la emoción a modo de retomar lo mejor posible la rutina que me espera. Qué buena es la sana empatía 🙂 gracias.

  2. miguelnr says:

    No hay nada como una buena conversación con un amigo argentino, con cerveza y mucho tiempo por delante. 🙂

    PD: Me gustó lo de «multilatina» jeje.

  3. Luis says:

    Qué gusto da tener embajadores que puedan descolgarse con discursos como el suyo en el Equinocio hispano-argentino. Uno se siente reconfortado y reconciliado con la actividad diplomática.

    Tras haber leido su recomendación del libro sobre la diplomacia público del Real Instituto Elcano, me he decidido a empaparme de los nuevos aires que circulan en torno a esta actividad que en el fondo es de todos. De momento no me arrepiento. Ya le comentaré más adelante.

    Le deseo muchos éxitos desde el Campo de Gibraltar.

    Un abrazo

  4. Comer, hablar, amar says:

    ¡Ya era hora! Qué gusto da ver que vuelves a estar por aquí, que en Internet te tenemos todos más cerca, sin importar ni mares, ni océanos, ni fronteras.

    A propósito, lo de los desagües y el efecto Coriolis es una leyenda urbana, depende de más factores, como los relacionados con la instalación del mismo.

  5. Javier Noguera says:

    Rafael, es un excelente resumen de nuestras confluencias culturales y de nuestros frecuentes y apasionados encuentros artísticos, en definitiva de la construcción de una cultura colectiva común. Necesitamos también más comunicación para lograr que estos valores lleguen a más gente, a más iberoamericanos

  6. Guillermo García SUárez says:

    Por fin un embajador de carne y hueso.

    Como dijo Gustavo Cerati (Soda Stereo) en la despedida del último recital… “Gracias, TOTALES”.

  7. Pilar says:

    Muy bonito, sí señor. Adelante con esa labor para que podamos compartir todo lo que podamos. Porque hay mucho bueno……

  8. Miguel Bravo says:

    Estimado, al ver su web tengo que confesar que me ha sorprendido un poco, siempre de buena manera, y digo un poco ya que tuve el placer de conocerlo personalmente cuando visito Bahía Blanca para la inauguración de las nuevas oficinas de la Agregaduria Laboral.

    Realmente cuando pudimos charlar con Ud. y con su señora esposa nos parecieron personas comunes, con el mismo pensamiento que el común de la gente, la misma sensibilidad, las mismas inquietudes y si alguien piensa y escribe lo que piensa y es político, bueno, esto en Argentina pasa a ser lo que nosotros decimos un PERRO VERDE.

    Bienvenido a la Argentina y le deseo toda la suerte en este nuevo emprendimiento y por supuesto ya que por lo que vemos le gusta empaparse de la cultura lugareña le comento que también puede leer algo de Alejandro Dolina (http://www.elnegrodolina.com.ar/opereta.php) espero le guste.

    En las siguientes direcciones puede ver algunas fotos, junto a nosotros, de su visita a Bahía.

    http://www.marielymiguel.com.ar/imag21.htm

    http://www.marielymiguel.com.ar/imag22.htm

    http://www.marielymiguel.com.ar/imag23.htm

    Saludos ..

    Mariel y Miguel